El mafioso de Cecília

Me levanto temprano, hago mi aseo y voy a la cocina a preparar el desayuno antes de que mi madre se despierte. Me gusta montar la mesa de centro con mucho cuidado. No tenemos muchas cosas, ni buenas condiciones económicas, pero aquí el amor es nuestra mayor riqueza. Estoy agradecido de tener a mi madre; ella es todo lo que tengo en este mundo.

No conocí a mi padre. Él murió cuando yo nací y desde entonces vivimos así, cuidándonos unos a otros.

Laura __ Buenos días, mamá. ¿Dormiste bien?

Violeta __ Buenos días, hija. ¡Sí, dormí!

Laura __ Mi madre está muy enferma, con cáncer de pulmón. Tengo mucho miedo de perderla. Ella es la única persona que tengo en mi vida, pero tengo fe en que se curará de esta maldita enfermedad.

Laura, mamá, ya voy. Si necesitas algo, llámame y vendré corriendo.

Beso, la cabeza de mi madre y me voy a trabajar.

Empecé este trabajo hace un mes. Soy camarera en un restaurante de lujo, frecuentado por gente de la alta sociedad.

Terminé la secundaria y mi sueño es ir a la universidad, pero lamentablemente con la enfermedad de mi madre tuve que trabajar para pagar las cuentas de la casa y cuidar de ella.

Los medicamentos son muy caros y no tenemos otra fuente de ingresos. No tuve más opción que trabajar para cuidar de mi mayor tesoro: mi madre, mi reina.

Me pongo a trabajar y Katherine viene a llenar mi paciencia.

Katherine es mi jefa, una persona arrogante a la que le gusta humillar a sus empleados. A veces quiero dejar este trabajo y ni siquiera mirar atrás, pero lo pienso dos veces, porque necesito el trabajo.

Como no tenemos muchas opciones, lo aguantamos, porque necesitamos el salario. Es difícil vivir con gente así, pero no hay muchas alternativas.

Sobre eso…

Vincezo: Me despierto con una de las prostitutas que suelen venir a mi apartamento. Me levanto y voy al baño a darme una ducha.

Cuando regresa a la habitación, ella está lista para irse. Ella ya sabe que no soy hombre para darles moral a prostitutas; simplemente los uso, luego pagó y desaparecen.

Entro en el ascensor y bajo al garaje. Me subo a mi Ferrari y me dirijo a la empresa, donde soy el presidente y dueño de la mafia.

La empresa pertenece a mi familia desde hace años. Trabajamos con la importación de productos electrónicos, pero es solo una fachada. Sirve para blanquear dinero de la mafia.

Nada más llegar a la empresa me encuentro cara a cara con mi padre.

Antonio __¡Buenos días, hijo!

Vincenzo _—¡Buenos días, papá! Respondió con una mirada de pocos amigos.

__ ¿Qué viniste a hacer aquí, papá?

Antonio: __ Pasé solo para recordar que hoy es el día de la cumbre.

Vincenzo _— Lo sé… Si creen que me van a decir qué hacer con mi vida, se equivocan.

Antonio __ Vincenzo, sabes que todo aquel que trabaja en la mafia tiene responsabilidades. Tú eres el jefe, necesitas formar una familia y garantizar que nuestro linaje continúe.

No tiene sentido eludir esta responsabilidad. O consigues una esposa pronto, o elegiré una para ti.

Vincenzo —No vengas a dictarme las reglas de la mafia; sé cuáles son las leyes. Tú, mejor que nadie, sabes cuánto me dedico a la mafia. Simplemente, creo que es absurdo tener que casarse porque tú así lo decides._

Antonio _—¿Por qué no te casas pronto y terminas con esto, hijo mío? Es algo tan sencillo de hacer.

Vincenzo —¡No te preocupes, papá! ¿Quieres una boda? Vas a._

Antonio —¡Eso espero, hijo mío! Bueno, ya me voy. Te veré luego, ¿vale?

Vincenzo — Está bien, papá. Hasta luego.

Sobre eso…

Laura __ Pasé el día atendiendo a los clientes. Mis pies están doloridos e hinchados. Ya es hora de volver a casa, así que voy al baño a darme una ducha antes de salir, pero entra Katherine y me dice que voy a tener que quedarme un poco más, porque a cenar viene una persona muy exigente a la que le gusta el servicio exclusivo.

¡Me da rabia! Entre tantas camareras, ¿tenía que elegirme a mí? ¡Pero todo está bien! No me puedo quejar; necesito el trabajo y no me pueden despedir. ¡Lo bueno es que ganaré un poquito más!

Me arreglo nuevamente, me pongo el uniforme y voy al salón a encontrarme con ese cliente.

En otros lugares de la ciudad…

Dejo la empresa y voy al restaurante donde me gusta comer. Es el restaurante de uno de mis “amiguitos”; me sirve de muchas maneras.

Sé que luego tendré que enfrentarme al consejo mafioso. Me exigen que me case de todos modos. Simplemente, no sé cómo resolver esta situación.

Llego al restaurante, que está cerrado solo para darme la bienvenida. No me gustan los ambientes con mucha gente.

Tan pronto como entró, Katherine entró con una sonrisa traviesa. Siempre le doy un capricho.

¡Justo detrás viene una camarera muy guapa! ¡Sus ojos azules intensos, mide aproximadamente 1,70, con un cuerpo perfecto!

Ella se acerca, es muy educada y me pregunta qué quiero. Respuesta: Pollo a la milanesa y un vino para acompañar.

Ella toma el pedido y se va. Lo que me llamó la atención fue que tenía cierta timidez en su voz y una mirada angelical, ¡lo cual me dejó intrigada! En mi cabeza pasan mil cosas al mismo tiempo.

Salgo de mis pensamientos con Katherine sentada en la mesa, sin mi permiso. La miró con mucha rabia por atreverse a sentarse sin que la inviten.

Vincenzo__¿Quién te dijo que te sentarás? ¡Qué audaz de tu parte sentarte sin ser invitado!

Katherine __perdóname, Vincenzo. Solo pensé que podría hacerte compañía._

Vincenzo:__¡Pensaste que estaba mal! No te atrevas a hacer eso otra vez, o no te dejaré con vida para contarlo. Ahora levántate o te llevaré a la fuerza.

Katherine, perdóname una vez más. Esto ya no sucederá. Realmente espero no haber querido molestarte.

Vincenzo _se levanta de la mesa con la cabeza gacha.

Vincenzo

Cuando miré a la camarera, llamé a Katherine y le pregunté por la chica.

No me dio mucha información, solo me dijo su nombre y apellido, Laura Bellini.

Inmediatamente, llamo a mi investigador y le pido una visión general de la vida de esta chica. Quiero saber todo sobre ella, cada detalle sobre esta ragazza.

Ella solucionará mis problemas con la dirigencia, será mi salvavidas y hará todo lo que yo diga.

Ella trae mi cena y la miro con calma.

Ven a servirme y vete.

Luego llamo a Katherine y le digo que no deje salir a la camarera porque quiero hablar con ella.

Katherine___ ¿qué quieres hablar con una camarera? Sinceramente no entiendo. Vincenzo lo tiene todo y vigila a cualquier camarera.

Vincenzo ___que haga o deje de hacer, no es de su interés. No sabía que debía darte reglas sobre lo que hago o no hago.

Katherine ___¡Lo ¡Lo siento!

Vincenzo:

Termino mi cena y le digo a Katherine que llame a la camarer