Una beta para el alfa.
- Genre: Werewolf
- Author: Mss.Lunaria
- Chapters: 95
- Status: Ongoing
- Age Rating: 18+
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Annotation
Por un lado, está Raine Dubois, una joven beta de veintidós años, que, tras la infidelidad de su último novio, ha decidido renunciar al amor, incluso, al de su propio compañero, pues asegura que, con su mala suerte, este la engañará al segundo de reconocerla. Por otro lado, tenemos a Cole Turner, un alfa de veintitrés años que está envuelto en un drama familiar, el cual, lo ha orillado a mantener un compromiso con la hija adoptiva de su difunto tío, el antiguo alfa de una manada vecina. Gracias a que el alfa de Raine, Alan Carter, es el mejor amigo de Cole, la joven loba se ve forzada a asistir a la fiesta de compromiso de Cole, donde, por desgracia, descubre que el novio, es su compañero. Al encontrarse sus miradas, las chispas no tardan en surgir, mientras que las de Raine son de rencor, las de Cole no son más que de amor. ¿Podrá Cole hacer entender a su terca compañera que nada es lo que parece? ¿Podrá la propia Raine, resistirse a los encantos del alfa? Sobre todo, ¿podrán llegar a confiar el uno en el otro para resolver los misterios sobre las desdichas de la familia Turner? ¿O las intrigas y las personas mal intencionadas triunfaran sobre ellos?
Prólogo.
―β―
Raine Dubois:
–Tiene que ser una broma...–gruño con los dientes apretados
Nada más entrar al salón principal del hotel, justo frente a mis ojos, estaba el que se suponía era mi compañero.
Estaba alzando su copa frente a todos sus invitados mientras que, con su otra mano, sujetaba a una hermosa loba castaña de la cintura.
–Alan, me largo –le aviso a mi alfa antes de dar media vuelta para marcharme
–No vas a ningún lado Rai-Rai, acabamos de llegar –me dice Alan sujetándome del codo
–Hay muchos lobos reunidos aquí Rai, seguramente encontrarás a uno que te ayude a olvidarte de Vince –me dice Brenna, la compañera de Alan y mi Luna mientras se aferraba a mi brazo –Y si no te gusta ninguno, beberé contigo hasta que lo olvides–
–Cariño, no quiero a mi Luna y a mi beta borrachas, al menos no esta noche –le susurró Alan a Brenna mientras que, entre los dos, me arrastran al interior del salón
–Esto es abuso de poder, quiero irme a casa ahora mismo –gruñí tratando de librarme ambos
–Rai-Rai, nos está viendo, ¿puedes comportarte? –me pide Alan en voz baja
–Está bien, sólo suéltenme –gruñí con fastidio al notar que, de hecho, era cierto –Puedo caminar yo solita –
Dubitativo, Alan me suelta, Brenna, por otro lado, se aferra más a mi brazo y le dirige una amable sonrisa a su compañero.
–Guíanos amor, yo me aseguraré de que nuestra linda beta no se escape –
–¿Qué significa eso? –pregunto fingiendo indignaciób
Bren ha olido mi plan de fuga.
Maldigo la hora en la que me empecé a llevar bien con ella.
–Que te conocemos bien Rai –susurra Alan dirigiéndole una pequeña inclinación de disculpa al alfa anfitrión, quien por fin parece haberse percatado de mi presencia
"Oh lamento arruinar tu precioso momento, idiota"–digo para mis adentros
–¿Por qué nos está viendo alfa Turner? –prevunta Brenna en voz muy bajita mientras avanzábamos por la orilla del salón
–Seguramente por culpa de Raine –gruñe Alan avergonzado cuando el resto de los presentes, dirigen su mirada hacia nosotros
–Lo siento Al, no quería avergonzarte... –
No miento.
Suficientes problemas suelo causarle con mi actitud, lo último que deseba en ese momento, era ponerlo en vergüenza frente a todos los alfas que estaban reunidos en esa fiesta de compromiso.
–No importa Rai-Rai, me disculparé con Cole más tarde –
En completo silencio y con los ojos de todos en nosotros, los tres nos dirigimos a nuestra mesa, donde, al llegar, Alan aparta una silla para su Luna y después otra para mí.
–Al, ese es mi trabajo–
–No te acostumbres, sólo lo hago porque esta noche tienes el corazón roto –me dice Alan antes de pellizcarme la nariz
No me atrevo a responder, pues mi querido amigo, no tiene ni idea hasta qué punto son verdaderas sus palabras.
–Venga, siéntate –dice Al tomándome de la cintura para empujarme a mi asiento, cuando, de repente, un furioso gruñido resuena por todo el salón haciéndome estremecer al igual que a Alan.
–¿Qué diablos? –pregunto dirigiendo mi mirada al alfa responsable solo para descubrir que había sido mi supuesto compañero
–Alfa Turner, por favor disculpe la interrupción –se apresura a decir Alan –No queríamos...–
–No es eso Alan –le dijo alfa Turner –Es sólo que, la loba a...–
–¡Papi! –grita una niña, la cual, sube al escenario y corre torpemente a donde estaban el alfa y la castaña, la cual, a mi parecer, estaba algo irritada con la intrusión de la niña
–Kat, cariño, te pedí que nos esperaras –dice la loba castaña, la cual, se apresura a levantarla en brazos antes de que la pobre niña tocara al alfa –¿Audrey? –
–No es necesario que llames a mi gamma Danielle –dice alfa Turner tomando a la niña de sus brazos, la cual, se apresura a abrazarlo del cuello.
Rayos, son idénticos.
"Tienes que estar bromeando, ¿Tiene una hija?" –gruñe mi loba con decepción
De acuerdo, ahora si quiero salir de aquí, que le den a Alan, ya se las arreglará, después de todo, él y alfa Turner son amigos.
–Quieta –me gruñe Alan al mismo tiempo que me aprieta el hombro al sentir mis intenciones
Maldición...
–¿Cómo que no es necesario Cole? –le pregunta la mujer llamada Danielle
–No puedo continuar con el discurso, debo atender a Kat –
Visiblemente irritada, la tal Danielle sujeta el brazo del alfa Turner y le susurra algo que no pude escuchar, pero, lo que haya sido, hace gruñir al alfa.
–Por favor discúlpenme, disfruten de la fiesta –dice alfa Turner antes de dejar el escenario rápidamente y desaparecer por una de las puertas laterales del salón.
Visiblemente avergonzada, Danielle hace una rápida reverencia y se apresura a alcanzarlo, lo que nos deja a todos los presentes en shock.
La pareja anfitriona se había marchado.
Gracias a la gran cantidad de lobos presentes, el aroma de mi compañero no tarda en desvanecerse, por lo que no puedo evitar soltar un suspiro aliviado que no pasa desapercibido para Brenna.
"¿Qué pasa Rai?" –me pregunta Brenna por el enlace, pues el salón, se ha quedado en un silencio sepulcral
"No es nada Bren, solo me alegro de no tener que escuchar un estúpido discurso romántico tras mi asunto con Vince"
Eso era una verdad a medias.
Y es que, tras descubrir el engaño de mi ex hace un par de días, y el encontrarme a mi compañero presentando a su futura esposa, sin duda me hace reafirmar mi decisión sobre renunciar al amor.
Cuando tenga la oportunidad, rechazaré al idiota, que ni piense que dejaré que sea él el que me rechace.
...
Poco a poco, el ambiente se va relajando, sobre todo, cuando la música comienza a sonar suavemente por todo el salón, lo que, por fin, da paso a que las conversaciones comiencen a propagarse.
–Whisky para los tres –le indica Alan al joven mesero que se ha acercado a nosotros para preguntarnos que deseábamos beber –Que no paren –
–Oh, pensé que no querías que nos emborrachemos –dice Brenna inclinándose sobre Alan cuando el joven camarero se marcha
–Pensé que las necesitaría sobrias, pero si Cole se ha marchado a medio discurso, significa que no piensa volver–
–¿Cómo de que no? ¿Qué pasa con el anuncio? –pregunto sorprendida
–Tal vez nos perdimos esa parte del discurso, te recuerdo que llegamos tarde –dice Alan dirigiéndome una mirada mortal
–Te dije que no quería venir –me defiendo debilmente
–¿Cómo se supone que iba a venir sin mi beta? –pregunta Alan arqueando una ceja
–Tienes una gamma, Jess estaba que se moría por venir, incluso tu delta quería venir a esta fiesta –
–Olvídalo, tenía que sacarte de tu cueva –me dice Alan –No puedes deprimirte por un imbécil que no te supo valorar –
–¿Quieres que lo echemos? –me pregunta Bren en un tono juguetón, lo que, de hecho, me hace sentir mejor
–No puedo echarlo por ser infiel cielo –le dice Alan –Pero puedo mandarlo a los límites de la frontera este –
–Mejor a los de la zona sur –sugiero con inocencia
Y es que, la frontera sur, es la peligrosa de nuestro territorio, pues esta, es constantemente acechada por salvajes
–Eres cruel –me dice Alan riendo –Bien, al regresar a casa, lo enviaré a la frontera sur por un mes –
–Eres el mejor alfa –digo al tiempo que lo abrazo por el cuello como una chiquilla, lo que hacd reír Bren
–En eso estoy de acuerdo –dice Bren también abrazándolo –Eres el mejor alfa mi amor –
Entre risas y alcohol, por fin comienzo a relajarme, además, según Alan, mi compañero no volvería esa noche, por lo que decido hacer lo que mi alfa y mi Luna me han dicho más temprano ese día:
Mandar todo al diablo y divertirme.
― α ―
Cole Turner:
Cuando por fin puedo dejar el salón principal y deshacerme de Danielle, me apresuro a la suite donde Kat y yo nos quedamos esta noche.
La habitación está en el último piso del hotel, lo cual, me viene de maravilla, pues ya no tengo pensado volver a la fiesta
Ya no tiene sentido hacerlo.
Gracias a la Diosa, mi estancia en el infierno por fin llego a su fin.
–Papi, ya no quiero fiesta –me dice mi cachorra favorita con voz somnolienta mientras se acurruca contra mi
–Está bien princesita, vamos a dormir –le digo en voz queda mientras camino por el pasillo vacío de nuestro piso
Al llegar a la suite, la llevo directa a su dormitorio, donde la ayudo a cambiarse y la meto en la cama.
Como de costumbre, le cuengo un cuento, pero al igual que siempre, se queda dormida justo a la mitad, por lo que beso su frentecita y salgo de la habitación.
–Muy bien, habla –me exije una voz nada más cerrar la puerta del dormitorio de Kat
–¿Qué quieres Henry? –le pregunto a mi beta
–¿Cómo qué quiero? ¡Dejaste a todos los alfas plantados! ¡Ni siquiera anunciaste el compromiso con Danielle! ¿Sabes lo que nos va a costar eso? –gruñe irritado
–Tal vez nada –digo sin poder esconder mi sonrisa
–Si no se trata de tu pareja, no quiero saber nada –gruñe Henry derrumbándose en el sofá de la sala de estar al mismo tiempo que se frota las sienes –Se nos acaba el tiempo...–
–Henry, se trata de ella –digo apresurándome a sentarme a su lado –Mi compañera está aquí...–
–¿¡Qué has dicho!? –pregunta sorprendido –¿Quién es? ¡Dime de quien se trata! –me exije al tiempo que se pone de pie – ¡Olvidalo! ¡Vamos por ella! –
–Espera –digo al mismo tiempo que lo sujeto del brazo, pues mi beta, estaba a punto de dirigirse a la salida –Ella vino a mi fiesta de compromiso, debe de estar pensando lo peor de mi justo ahora –
–Se lo explicaremos, ¡vamos a buscarla! –
–No Henry, verme junto a Danielle debió ser un golpe duro para ella...–
–¿Tienes idea de quién es? –
–No –admito avergonzado
Pese a que ha llegado con Alan, no tengo ni idea de quien era ella.
–Creo que es la gamma de Alan –supongo
Al no haber podido ir a su sucesión, no conocía a su equipo, sin embargo, él me había dicho que su compañera no era peleadora, por lo que su gamma, solía acompañarla a todos lados para protegerla
Rayos, suponer esto me hace sentir mal.
Alan es el único que se ha mantenido ahí para mí.
Debido a que tomé el puesto de mi padre como alfa a los dieciocho, dejé de tener tiempo para los amigos, por lo que los perdí a casi todos, el único que se quedó, fue Alan
–Bueno, ¿Qué tal si vamos a averiguarlo? –sugiere Henry –Es un buen día para reencontrarte con el buen alfa –
Pese a lo inseguro que me sentía, accedo.
Deseo verla otra vez, no, más bien, necesito verla otra vez. Además, el hecho de saber que pertenece a la manada de Alan, por algún motivo me alivia muchísimo.
Con paso presuroso, Henry y yo salimos de la suite, y, mientras caminamos por el pasillo desierto, contacto con Audrey por medio del enlace para que suba a cuidar a Kat.
Al principio se molesta por mi petición, al parecer, el ambiente de la fiesta es bueno, sin embargo, en cuanto le explico mis motivos para pedirle que suba, ella accede encantada.
Al parecer, a todos les urge que encuentre a mi compañera.
Sobre todo, a mí.
Cuando por fin llegamos al primer piso, Henry y yo nos apresuramos al salón, sin embargo, a medio camino, la puerta del baño de damas que esta junto al salón se abre de golpe.
De él, salen dos lobas, una de ellas, es mi compañera, la cual, nada más verme, se encamina tambaleante en mi dirección.
Está borracha.
–¡Tú! –me grita al mismo tiempo que me apunta con un dedo –¡Lo sabía! ¡Eres igual a todos! –
–¿Perdona? –pregunto confundido
–Tras ser engañada por mi exnovio, mi alfa y mi Luna me arrastraron a esta estúpida fiesta para sacarme de mi miseria ¿y qué es lo primero que me encuentro? –me pregunta al tiempo que presiona mi pecho con su dedo –A mi estúpido compañero anunciando su compromiso con una loba que no soy yo –
Tras su declaración, dos jadeos sorprendidos resuenan cerca de nosotros, sin embargo, yo no tengo ojos para nadie más, sólo para ella.
Por la diosa, es hermosa.
Sus mejillas sonrojadas por el alcohol la hacen lucir muy tierna, sin embargo, la palabra exnovio, comienza a resonar en mi cabeza.
–Por favor, ven conmigo, déjame explicarte, todo tiene un motivo –intento razonar con ella, sin embargo, con una fuerza increíble, ella me empuja y me dedica una mirada llena de odio
–¡No! ¡No volveré a creer en nadie! –exclama hipando, realmente está muy borracha –Se acabó, yo ya no creo en el amor, acabemos con esto de una buena vez –dijce al mismo tiempo que retrocede dos pasos lejos de mi
–"Yo, Raine Dubois, beta de la manada Terranova, te rechazo a ti..." –
Sin darle la oportunidad de terminar su rechazo, me lanzo sobre ella y la acorralo en la pared más cercana cubriendo su boca con una de mis manos.
–No vas a rechazarme Raine Dubois, eres mía –gruñón antes de apartar mi mano de sus hermosos labios para poder estrellar mi boca en ellos.
Capítulo 1: La beta de Terranova.
―β―
Raine Dubois: Dos días antes de la fiesta.
Abro los ojos perezosamente, en la distancia, frustrada, puedo ver que el reloj digital marca las seis menos cinco.
Desde que acepté mi puesto, siempre me despierto a la misma hora.
Mi abuelo dice que es cosa de mi loba, pero ella, al igual que yo, gruñe con fastidio cada día, y obviamente, hoy no es la excepción.
–Vuelve a dormir…–me dice mi novio con la voz rasposa y aun algo adormilada
–Sabes que no puedo…–digo bostezando al mismo tiempo que me giro para poder refugiarme en sus brazos
Realmente no puedo hacerlo.
Una vez que abro los ojos, no vuelvo a cerrarlos hasta que por fin llega la hora de descansar, lo cual, a veces, es hasta pasada la medianoche.
–Cinco minutos más…–me pide mi novio mientras me aprieta contra él
–Vince, cariño…–
–Shh, cierra los ojos mi abejita…–me ronronea al oído mientras su mano comienza a acariciar mi espalda por debajo mi