Los secretos de Victoria

Capítulo " I "LA CAÍDA DE UN ÁNGEL.El frío de aquella noche en particular tenía algo muy peculiar, la suave brisa fría naciente de la nada, arrulla mi cuerpo alcanzando así mi alma con una delicadeza única en su estilo, por segunda vez en mi existencia, pude así sentir como un cariño fastasma acogía todo mi ser, consolando así tal vez un poco la gran tristeza que siento en este momento de la vida. De entre tantas noches, las cuales fueron testigo de aquella profesión; tan antigua como la maldad misma y tan básica como la necesidad de comer. Aquella noche sería testigo de tal vez, la caída de un alma solitaria cansada de vagar por este mundo complaciendo el deseo de otros. Dedicando todo lo que tenía y podía dar a aquello que pensé una vez era lo correcto, cosa lo cual estaba más lejano de la realidad. Vendiendo al mejor postor, la inocencia que alguna vez se me enseño, era tan solo para quien se robara mi corazón. Todo aquello por unas cuantas monedas, a costa de no conocer la verdadera felicidad, ni el verdadero amor.Como algunas de mis colegas, era así cariñosamente me refería a las mujeres que me acompañaban en el arte de hacer feliz a los demás a costa de la inocencia propia, compañeras ambiguas, a veces traicioneras, en otras ocasiones confidentes silenciosas, debido al pasar del tiempo paso así mi transición de adolescente a adulta, iniciada por la mano de dos familias que engañando los sueños y esperanzas de una mujer joven con la promesa de una vida mejor, me convirtieron en lo que fui hace casi un año atrás. Fue a través de la mano de estás mujeres. Que pude entender un hecho sencillo, " la confianza es un tesoro qué solo se debe de guardarse para sí mismo", aquella noche que sin duda alguna era una más para todos, pero especial y única para mi muchos. Sin duda alguna quizás sería la única testigo de lo que estaría por pasar, con su suave manto disfrazado de brisa suave sería testigo de que estaba a punto de pasar.Consumida por la soledad que lleno mi vida de desgracias y desventuras, sueños rotos y promesas no cumplidas, desde el final de mi adolescencia hasta mi etapa de mujer adulta, ahogada por el mismo vacío que yace bajo mis pies, el mismo destino de aquellas mujeres destrozadas por el dolor de no encontrar el verdadero amor y un destino para sus vidas marcadas por este oficio, condenadas por este pecado, el cual es nuestro pan nuestro de cada día y a la vez la cruz que en silencio llevamos a espaldas sin remedio ni gloria alguna.En las inmensas calles de este vasto mundo, recorridos en el camino del pecado y la formicacacion, con gran dolor y pesar, a través de los dos continentes más importantes de este mundo, conoci así el " viejo continente" y " el nuevo mundo ', de extremo a extremo en cada una de sus esquinas, en cada calle y sus veredas, viendo como pasaba mi vida al compás de las luces de los autos, bajo la sombra del gran imperio creado, por dos líneas de sangre, los cuales dictaminaban de manera absurda quien vivía o quién moría, con el cobijo de esta misma noche y también de esta soledad.Fue así, en busca del sustento diario esperando por cualquiera a quien llamase su atención, tal vez un príncipe azul que me sacara de mi tormento el cual parecía no tener fin. jamás había experimentado una sensación sin igual, naciente en el vacío de aquella noche. Cada corriente de aire proveniente de la soledad que me cobijaba en este momento en la cual estaba totalmente rodeada en esta noche, acariciaba cada rincón de mi piel, rozando con tal cariño cada rincón de mi ser, haciéndome sentir algo parecido al toque de los hombres más sensibles que conocí, ni un centímetro escapó al frío cariño que sentí en aquel lugar.Como aquellos caballeros, los cuales tapizaron mi camino con sus deseos bajos y su forma de ser, el que tuviera más dinero era aquel que podía comprar mi tiempo y mi atención, de igual forma aquellos que alguna vez tocaron cada rincón de mi inocencia , sentí por un momento que aquel frío colándose por entre mis piernas, una delicadeza única y sin igual, llenaba mi atención de igual forma que los caballeros que alguna vez tocaron mi lienzo. Aquel aire frío subía por mis rodillas tocando el fruto del deseo masculino, subiendo por mi vientre el cual ha sido testigo mudo de haber sentido el cielo como el infierno en sus mares de carne delicada, subiendo por mis senos aquella brisa fría de aquella noche acariciaba mi cuello haciéndome sentir por segunda vez querida, siendo así la primera vez, en las manos de aquella que hoy me dió la espalda, arrullando mis mejillas secando las lágrimas provenientes de este buen corazón que hoy sufre en la soledad de esta noche.Mientras la noche me cobija y arrulla con sus manos frías, consolando mi gran tristeza, busco asi las fuerzas para terminar lo que vine a comenzar, reconfortandome en este momento de gran tristeza, miro hacia abajo perdiéndome en el inmenso vacío que yace bajo mis pies, en la casi infinita oscuridad de aquel vacío, el sonido de las aguas del río que fluye debajo de este puente, me hacen recordar los pecados ocultos de esta piel sumisa al deseo ajeno.—¿Dios míos que hice para sentir tal dolor?— con un grito desesperado rompí con el silencio de aquel puente. Sintiendo las esperanzas que la brisa de esta noche llevará mi lamento a los odios de la mujer que alguna vez ame con locura.Con cada caricia de aquel viento fortuito, hacía que mis manos buscaran el calor interno de mi ser, en ese frote continuo, los recuerdos de la vida que tengo venían sin parar. En la orilla de aquel puente, sólo puedo pensar en la larga cadena de pecados que guarda esta piel la cual muchos hombres tuvieron pero que tan solo una mujer pudo poseer en su esplendor, por los pecados propios de la carne, por ellos soy la dama que está hoy en este lugar, reflexionando sobre aquel vacío finito el cual sería quizás la respuesta a mi gran tristeza. Con cada suspiro delicado, grito silencioso de un corazón desesperado y roto, esconde así el nombre de la mujer que alguna vez ame con gran fuerza sin dudar.Tan solo en mi interior deseo buscar las fuerzas necesarias para cruzar esta delgada línea que hoy tengo presente en aquel instante, en ese instante mientras el vacío de la noche, cautiva mi conciencia, tan solo puedo pensar que estoy dejando atrás todas mis penas, y quizás tal vez al aventurarme hacia el vacío, con la finalidad de liberar mi alma de tanto dolor, así también de liberar aquel corazón que sin querer se enamoro, de alguien no correspondido, un alma sufrida como la mía y tan suave como esta última, a veces este sentimiento puede llegar a ser incomprensible, pase la vida buscando el amor en un príncipe y lo encontré en los ojos de una princesa.En el frío vacío naciente en aquel puente tan solitario, eran altas horas de madrugada, de esta noche tan peculiar, hace unos meses atrás se me había encomendado la tarea de separar a dos corazones enamorados. Por casi seis meses atrás, fui encajada por obligación en la vida de unos futuros esposos, par de jóvenes que se notaba a leguas que se querían sin dudar, el objetivo era claro, debía enamorar al muchacho para separarlo de ella, pero el destino me tendría una dura lección, me convertí en la amante de la que debería de haber sido la esposa de este joven, mi error fue enamorarme, mi pecado tomar esta misión.Traicionada por la única persona que confíe aquella que llame" mi amor", sumado a los pecados de mi piel me condujeron sin esfuerzo alguno a este lugar en particular, el peso de aquel contrato nacido por el egoísmo vacío de dos padres, unidos por el mismo odio y separados por este bajo oficio, de todos los trabajos que había tomado en la vida este sin duda es el que más penas trajo a mi corazón.— ¡Yesika Valentina.!—¡ ven!— En el fondo de aquel lugar podía escuchar, como un leve susurro del viento que tocaba mi piel, colándose por entre mis oídos, entre el ruido de la corriente mi nombre completo.Además de escuchar así el nombre conferido al nacer por mis padres, los cuales abandone hace ya muchos años atrás, la suave caricia de aquella brisa, tocaba cada parte de mi ser, arrullandome suavemente, haciendp cada vez menor el peso de la cruz, escogida por esta profesión, sin duda alguna era algo muy reconfortante, me sentí por un momento como los marineros los cuales, eran atraídos por las sirenas, tentada a saltar para olvidar esta pena y vergüenza tan grande que hoy rompe mi corazón.En mi piel están tatuados miles de pecados, todos con nombre y apellidos, hombres tan poderos y sumisos a mi belleza, en mi vientre están sellados todas las manos que la han acariciado, y más abajo mi conciencia atormentada por el oficio que escogí para ganar mi sustento y solo en mi corazón está tatuado el nombre de mi gran amor llamada " VIRGINIA DE CASTILLA", siendo este su nombre por el cual lloro hoy y por el cual buscó consuelo en el vacío de esta noche.A través de los años de mi corta vida, durante los 25 veranos de mi ciclo de existencia, me declare Inmune al cariño de los hombres, tan solo veía al s*x* masculino como una fuente de ingresos rápidos, ademas aprendi de una forma algo enfermiza a divertirme pero lo que no contaba era que al hacerlo sufri tanto, como lo hicieron conmigo en la época de mi niñez.Jamás en la vida me había enamorado de un caballero y más aún me había enamorado de alguien sino hasta este momento, muchos buenos hombres conocí en el trayecto de este camino, la gran mayoría me juro amor eterno, con la condición que dejara atrás todo lo que había construido, pero los ojos de aquellos que me iniciaron en este estilo de vida, en más de una ocasión impidieron el escape, de una vida llena de pecados que poco a poco consumieron mi alma, hasta el punto de encontrar en el vacío de este lugar la paz soñada por todos alguna vez en la vida, pero ninguno podía llenar el vacío que en mi corazón tenía lugar, no sabía que pagaría con intereses aquella decisión, que tomé en mi tardía infancia.En ninguna de las noches de soledad, pensé que encontraría el amor a través de los ojos de mi mismo género, estando en la orilla de aquel vacío solo podía maldecir el día que conocí a aquella mujer la cual debía separar del amor de su vida, el cual iba a ser su futuro esposo y que sin pedirlo se convirtió en el primer amor de mi vida. Viviendo la vida que yo algún día quise tener, cómoda y estable emocionalmente en los brazos de su amado, estando así en una vida de " ensueño ", nacida en la cuna de una de las familias más poderosas de este país, siendo está línea de sangre la misma a la cual serví en este oscuro mundo. Pero desde el primer día, pude ver en sus grandes ojos grises el mismo vacío que tenía mi corazón, como si estos fueran el reflejo de mi alma y de mi existencia, fue por esta razón que ella se ganó mi confianza y más adelante mi corazón.Así fue entonces, entre la negación y la vergüenza personal, me fui enamorando cada día más de aquella dama. Era algo de lo cual era imposible no hacerlo, debido a la atención que la misma me brindaba además de las largas horas en las cuáles podía hablar con ella hicieron que el frío de mi corazón se calentará con el amor que una vez se me fue negado en mi vida.Lo que comenzaría como un trabajo más, encomendado por los hombres a los cuales servía, siendo los mismos los padres de aquella pareja que debía de separar, se convertiría a través de las semanas, en mi historia personal de amor y desamor hacia una mujer.Mientras veo hacia aquel vacío tan peculiar, las voces de aquella fría brisa, la cual recorría mi piel, de pronto a mi odio hizo venir el nombre de aquellos que me contrataron, aquellos miserables unidos en el odio incapaces de aceptar que sus hijos habían olvidado las diferencias propias de la sangre y encontrado el amor verdadero.El mundo gastronómico a veces suele ser oscuro, frío y cruel más que cualquier otro. Entre el fuego de sus fogones, en ocasiones se puede respirar el frío aire del egoísmo y la soberbia. Este arte es único y peligroso, debido a que en su ejecución se está en un peligro latente al preparar cualquier cosa, una quemada, cortadas intoxicaciones, en fin cualquier de estos efectos puede tener la mala utilización de este arte en particular. También entre sus tablas de picar o entre las selvas de ollas que adornan este paraje, se esconde un potencial oscuro que muy pocos conocen del cual si es manejado con cuidado puede llegar a ser un negocio muy lucrativo.Un arte en donde la excelencia es la fama, aunque es bien sabido que " todos saben cocinar al igual que escribir", la cima del éxito culinario es una cúspide que sólo pocos tienen la suerte de llegar a ver, entre un mundo de muchas tendencias en sabores y estilos, dos familias se disputan en este país por el renombre de sus apellidos.Los Pereira, de origen portugués, con tres generaciones de grandes chefs en su apellido, son dueños de una de las cadenas hoteleras más grande de la capital de este país, aunque en sus filas cuentan con un gran haber de cocineros, por generaciones, su fuerte, es decir, su verdadera fuente de ingresos, no era la industria hotelera. Este arte el cual ellos eran unos maestros, tenía la finalidad de atraer comensales y clientes por medio de su comida. Como si fueran abejas atraídas por el azúcar, este tan solo era un " gancho " para llevarlos a dónde era en verdad la fuente de sus ingresos y el origen de la desgracias de todas mis compañeras.Así pues usando este arte además del contexto en el cual ellos trabajan, en paralelo, muy discretamente, ellos usaban sus hoteles para ofrecer servicios sexuales a sus huéspedes de más alto renombre, entre los que se podrían citar; abogados, diputados y empresarios, fue allí que que conocí al padre del prometido de la jóven de quien me enamoraría y dueña de la desgracia que me trajo hasta este lugar.Los Castilla, por su parte son de origen español, al igual que los Pereira eran maestros en la cocina, con una tradición familiar un poco más amplia que la última, con su hija menor Virginia, maestra en la repostería, era de la séptima generación de grandes chefs en su haber. Dueños de múltiples panaderías y reposterías en en el país, secretamente controlan el tráfico de prostitución infantil de la época, antes de trabajar para el hotel, fui descubierta ya hace años engañada por la promesa de una mejor vida fuera de este país, mi inocencia fue subastada al mejor postor gracias a la Internet.Ambas dinastías peleaban entre sí, secretamente por la excelencia de sus comidas y preparaciones, rivalidad respetada y querida en el mundo culinario, no sólo sólo este país sí no a lo largo y ancho del mundo, añadiendo a este arte muchas de las técnicas que hoy se usan ampliamente en el mundo de la cocina, cualquier restaurante o pastelería en cualquier parte del planeta mataría por tener a cualquiera en su cocinas o mesas de trabajo a un integrante que llevase el apellido de estas dos familias.Esta rivalidad en el mundo gastronómico, tan solo era una fachada para lo que en verdad escondían, en las sombras ambas líneas de sangre peleaban fuertemente por mercado y tráfico de mujeres desde latinoamérica hacia Europa y Asia, he ahí el verdadero propósito de su enfrentamiento. Usando la esencia de este bello arte, ambas familias ocultaron el verdadero negocio que los hacía tan poderosos en el mundo entero.La vida y la muerte, en este momento en una balanza estoy colocando en la delgada franja de cemento que separa este puente del vacío que a cada segundo susurra mi nombre sin cesar, tan solo el pensamiento de aquella mujer era lo único que por mi mente podía pasar, no me importó en lo más mínimo su procedencia, tan solo el dolor de aquel rechazo era el motivo por la cual en esta línea estaba parada.

ANGEL DE VENGANZA Aquella brisa, soplaba desde mi espalda, acariciando cada rincón de mi cuerpo, desde la punta de los dedos de mis pies, desenredando mi largar cabellera negra, siendo tan fuerte que podía ver de reojo el final de la misma, rozando con una delicadeza que jamás había sentido antes, muy parecida a las dulces caricias de aquella mujer que alguna vez ame, esto me hacía recordar las suaves manos de Virginia, aquel día en el restaurante, cuando me arrincono en el fondo de aquella cava cuarto de refrigeración, colocando sus manos, en este vientre que alguna vez fue testigo mudo de los caballeros que habían pasado por su lienzo, pero que ninguno supo tratar.Mientras admiraba el vacío casi infinito de Aquel puente, los recuerdos de aquel día llegaron a mi mente denmanera instantánea, mis sentidos habían sido golpeados duramente por la verdadera pasión de aquella mujer, única en su estilo y porte, con tan solo el suspiro de su aliento, habían erizar cada rincó