Amor en blanco y negro

Dia lunes por la mañana.

Los primeros rayos de sol comienzan a acariciar el pavimento de las calles acariciándolo con su cálido manto, las primeras personas comienzan a salir de sus casas, para ejercitarse, ir a sus rutinas diarias, llevar a sus hijos a la escuela.

Camila de tan solo 27 años de edad está abriendo sus ojos y emocionada porque nuevamente tiene que prepararse para comenzar su vida diaria, siempre ha sido una persona aplicada y responsable eso la llevó a graduarse de la facultad de medicina a tan temprana edad y a su vez le ayudó a desempeñarse de manera sobresaliente en la actual clínica que trabaja siendo considerada por muchos como un pilar de dicha institución.

La joven Camila se sienta en su cama, la cual es mas grande que las camas dobles promedio y aun así nunca ha sido compartida,  antes de pisar el helado piso se coloca sus pantuflas celestes, las cuales fueron un regalo de su madre hace algunos años, y se dispuso a ir al baño para lavarse su cara y cepillar sus dientes.

Caminando por su departamento va supervisando que todo se encuentre en orden y su gato llamado Rom no haya realizado ninguna travesura mientras ella dormía. Tom era un gato bastante mimado y gordinflón, algunos dirían fofo ya que solo comía, dormía y para llamar la atención solía destruir cualquier cosa que estuviera a su alcance.

Al llegar al baño comienza a lavar su cara salpicando en la misma agua con ambas manos y un poco de jabón de avena, se ve en el espejo y observa su cutis buscando alguna imperfección o arruga ya que siempre ha sido bastante atenta con su apariencia, eso hace que se ejercite constantemente.

Es una chica de maquillaje y que adora cuidar su apariencia, aunque se puede decir que su belleza es completamente natural cuando se maquilla esto solo hace que sus hermosos rasgos resaltan aún más y sea para muchos una modelo de revistas para todos fue una gran sorpresa cuando desarrolló un gusto por la medicina y sobre todo el área de emergencia donde se ven algunos casos realmente grotescos.

Ella una chica de piel morena oscura o afroamericana con su hermoso cabello rizado, pómulos definidos y el cutis muy cuidado podría perfectamente dedicarse a la industria del modelaje o estar en algún ámbito en el que su belleza fuera algo determinante.

Muchos hombres en el pasado y actualmente la pretenden invitándole a salir y ofreciéndole muchas cosas que realmente ella no ve necesarias

¿Por qué querría una joven exitosa y con su vida ya establecida involucrarse con personas sentimentalmente que solo quieren controlar y verse bien con una mujer al lado?

Era la pregunta que se hacía siempre que alguno de ellos intentaba hacer alguna de sus jugadas.

Después de lavar sus dientes y terminar todos sus asuntos con el tocador sale de él y se dirige a su salón donde aprecia a Rom estirándose y acercándose para darle los buenos días, este comienza a dar vueltas alrededor de sus piernas como forma de aprecio, frotando su cabeza en sus pantorrillas y al mismo tiempo ocultando sus verdaderas intenciones las cuales ella conoce muy bien.

- se que es lo que realmente quieres así que no te la des de mono conmigo- Dijo inclinándose un poco y acariciando la cabeza del felino.

Rom comienza a maullar y a expresar sus verdaderas intenciones, maullidos agudos y ruidosos como la sirena de un auto de la policía. Alimentame, alimentame es lo que se traduce con esos alaridos.

Ella va directamente a su cocina y busca en uno de los gabinetes una lata de alimento para gatos, Rom la sigue rápidamente sin perderle el paso.

“Esta vez solo había de carne chiquitin” pensó ella mientras abría la lata y el pequeño rom se impacientaba y comenzaba a maullar cada vez mas y mas fuerte.

Al colocarle el alimento en su recipiente y dejarlo en el suelo Rom se apresura a hincarle el diente sin ninguna queja porque no sea de atún como normalmente le suele comprar.

“No se porque pensé que notaria la diferencia y no querría otro que no fuera el de atun”

De regreso en su salón y habiendo alimentado a su pequeño compañero coloca algo de música de la radio para poder iniciar su rutina de estiramientos y un calentamiento antes de dirigirse al gimnasio del vecindario.

En la radio sonaban algunos de los éxitos actuales los cual ella solia disfrutar, era una gran fanática de Rihanna tanto por su hermosa voz como por su gran importancia e impacto en la industria del maquillaje para personas con tonalidades oscuras, era una de las personas que más admiraba.

Camila comienza su estiramiento en dirección a la gran ventana del salón donde puede apreciar desde lo alto, ya que vive en el piso 13 de su edificio, a las pequeñas personas caminando de un lado a otro pero sin prestarles mucha atención ya que se encontraba sumergida en su mente, pensando específicamente en sus pacientes.

El Sr. Robert con sus problemas constantes de columna, es un hombre mayor y algo terco 76 años para ser exactos, que no ha podido recuperarse de su caída de hace 2 años cuando intentaron asaltarlo una noche de navidad, le dieron un empujón tirándolo al suelo y dándose un fuerte golpe con el pavimento.

Que aunque no sea un caso de emergencia como a los que se encuentra acostumbrada ella comenzó a verlo cuando aun no la habían asignado a su actual cargo, y el Sr. Robert insistia en verse con ella asi que ya se volvió algo cotidiano hacer sus chequeos semanales

Camila respira profundamente, estirar las piernas, sentadillas y un que otro salto.

Hoy se levantó con la energía suficiente para calentar antes de dirigirse al gimnasio del vecindario. Después del calentamiento decide ir a su cocina nuevamente en busca de algún alimento, esta vez para ella. Se acerca a su refrigerador mientras ve a Rom en una esquina lamiendo sus patas y con cara de satisfacción al poder llenar su gran vacío infinito.

Abre el refrigerador y comienza su búsqueda por algo que le provoque.

Se abría paso entre algunas frutas y recipientes con sobras de comidas anteriores los cuales no recordaba cuando tiempo llevaban ahí. Después de tanta búsqueda dio con una barra de fresa, avellanas y algunas hojuelas. Ella como doctora sabia que eso de light era una mentira pero era un placer culposo que tenia con estas pequeñas golosinas.

Mientras la comia se dirigo a su cuarto donde iba a colocarse su ropa deportiva para dirigirse al gimnasio, una blusa ligera de color azul, el cual era su color favorito, una licra bastante comoda y oscura y unos sapatos deportivos todo muy cómodo para tener el mejor entrenamiento posible. Habiendo terminado su bocadillo y finalmente estando lista para salir de su hogar se despidió de su gordinflón gato el cual ya estaba acurrucado en su sillón de cuero blanco donde este se perdía si no fuera por esa pequeña mancha negra que tiene en la cabeza.

salió de su apartamento y llamo el elevador, este tardo en llegar a su piso y es normal en un edificio tan grande como este mas bien hay suerte los días en que llega rápido.

Al abrirse las puertas pudo ver que  no había nadie en el, acontecimiento que muy rara vez ocurría. Esperaba no toparse con ningún vecino en el camino ya que no había tenido una conversación de mas de 3 oraciones, y nunca había asistido a ningúno de las reuniones que se hacían ya que siempre tocaban en su horario laboral. Subio en el elevador y vio todos los botones desde el piso 16 hasta planta baja el cual marco y las puertas se cerraron iniciando el descenso, tras unos segundos el elevador se detiene en el piso 7 y entra un joven alto y robusto el cual esta sumergido en su teléfono, con unos cascos puestos en sus oídos y no llega a darse cuenta de que ella esta justo delante de el, el joven robusto ingresa al elevador aun sin desviar la mirada de su pantalla y presiona directamente a planta baja.

Mientras las puertas vuelven a cerrarse el joven comienza a retroceder para recostarse en el elevador, en el instante que retrocede un poco y casi pisarla ella coloca su mano en la espalda de el para evitar el choque.

El joven se sobresalta, se quita de un golpe los cascos y voltea para observar quien la toco.

Camila lo ve con una cara bastante seria rozando en irritación por lo ocurrido.

-Disculpa, no me fije que estaba aquí- Dijo el joven algo apenado.

-No te preocupes, solo ten mas cuidado la próxima vez- Dijo Camila en tono serio

El joven casi sin voltear a verla  bajo la mirada a su teléfono nuevamente como si fuera un muro para evitar ver a camila luego de unos segundos de silencio e incomodidad el elevador se abre en planta baja y el joven sale como si estuviera huyendo de esa situación.

Camila sale de este también pensando en que nunca había visto a ese joven antes, aunque para ser honesta con ella misma estaba segura de no conocer a el 80% de las personas que vivan ahí. Sin darle mas vueltas a lo ocurrido sale del edificio y comienza su tranquila caminata de 2 manzanas a su gimnasio, en el trayecto puede ver a una Sr. Bastante conocida por la zona la cual siempre sale a caminar acompañada de 8 perros de diferentes tamaños y razas. Una vez recuerda que uno de sus amigos peludos se soltó de su correa y ella como pudo lo sujeto para que no sal