
SIEMPRE TE AMARÉ
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Annotation
En un abrir y cerrar de ojos, cuando sentimos que por fin somos felices, la vida se encarga de negarte ese sentimiento, esta historia te relata la vida de Netty, una linda chica que encontró el amor y tras sufrir y buscar venganza, siente vacío el corazón. “Vamos Netty, no te niegues al amor, quién sabe, al final tengas tu final feliz.” Derechos reservados. Safe Creative
PRÓLOGO
El enorme salón de la mansión Visso estaba engalanada para la boda de la única hija del magnate Albert Visso, era una ceremonia privada pero no obstante dejaría de ser hermosa y llena de lujo. Los invitados estaban entusiasmados por tal hermosa unión.
Hoy Netty contraía nupcias con su novio Erik, hacía mucho que lo eran. Y aunque no lo amaba con aquel fuego y pasión que había sentido alguna vez en ese pasado tormentoso, ella daría todo de si para hacerlo, él lo merecía y ella dio su palabra de hacerlo feliz.
Para ella su padre era lo más valioso que tenía, luego que perdió a su madre por una grave enfermedad se aferró al inmenso amor que su padre y ella se tenían.
Su querida amiga Jane, era la dama de honor. Ella entraba y salía nerviosa de la habitación donde Netty esperaba con una mirada vacía hacia el hermoso ventanal de su habitación, solo esperaba que fuera la hora de bajar esas largas escaleras ante la atenta mirada de todos los invitados y poder dar el sí acepto al hombre especial que ella esperaba en el fondo de su ser que alivie su alma y cure su corazón.
Su padre miraba la puerta una y otra vez. Luego miraba su reloj. Las horas pasaban y Jane se asomó a la puerta diciendo.
— Ya es la hora querida. ¿Estás segura de que no te vas a arrepentir? Todavía estás a tiempo.
— No Jane, estoy segura de que tendré un matrimonio feliz con Erik, es un buen hombre que me ama, me respeta y me cuida. Eso es lo único que importa.
— ¿Y el amor Netty?
— Yo lo amo Jane, no con la misma pasión que una vez conocí, pero lo amo.
— Perdóname mi amiga, pero tanto tu como Erik se merecen el verdadero amor.
Netty miro a su amiga por unos segundos, quizá ella quería expresar lo que realmente su corazón gritaba en silencio, pero no dijo nada.
Los invitados estaban en el jardín, todo estaba listo. La hermosa novia bajó con una sonrisa radiante, deslumbrante, parecía una princesa, su padre la esperaba para poder ingresar al jardín.
El padre de Netty la miró asombrado, él sabía que ese vestido era especial fue de su esposa el amor de su vida y que ella antes de partir de este mundo terrenal lo había arreglado para su hija, estaba hermosa, su maquillaje suave y ese velo de novia que la hacía ver angelical, él la abrazó y acarició su mano, sabía lo que su hija sentía pero también sabía que Netty Visso cumplía con su palabra, su hija era testaruda como él.
Los invitados sonreían felices al paso de la novia acompañada de su apuesto padre, pero algo extraño notó Netty, sin darle mucha importancia siguió avanzando hacia el novio que le daba la espalda. Al llegar, él apuesto novio giró despacio.
Netty no podía salir de su asombro.
— ¿Tú…?
Nota de autor:
Hola mis amores bellos, mientras horneo un pastel que la mayoría espera, les traigo una novela linda, una historia que pujaba por ver la luz. Espero le den su apoyo, les encantará. Paciencia es lo único que les pido, ya saben el trabajo y la familia no me da respiro, pero aunque mis ojeras me hagan ver un mapache sexy, porque aja si siempre sexy, nunca no sexy, ja ja ja trataré de actualizar seguido. Besitos.
NETTY VISSO
Ese amanecer se sentía diferente, el sol apenas asomaba en el horizonte. La gran mansión resplandecía por los primeros rayos de sol que chocaban contra sus paredes. El canto de los pájaros en los árboles del hermoso jardín que rodeaba la casa daba el despertar de todo. La silenciosa casa se llenó de una risa alegre, olvidada por mucho tiempo. Todo volvía a ser como hace unos años.
Las grandes puertas de la mansión se abrieron, dando paso a una alegre chica que sin zapatos y con el vestido arremangado corría feliz por el hermoso jardín. Todos los sirvientes la miraban y sonreían felices ante la hermosa visión. Ella los saludaba a cada uno por sus nombres. Haciéndolos sentir muy bien.
Miraba a su alrededor como si fuera lo que necesitaba para vivir. Hacía muchos años que estaba alejada de su hogar, de su familia. Pero al fin todo había acabado, había regresado para quedarse. Jamás volvería a estar lejos de su casa y de su adorado padre.
Parecía un ángel salido de una