
Wings Of Freedom
- Genre: LGBTQ+
- Author: Black-Wings1777
- Chapters: 71
- Status: Completed
- Age Rating: 16+
- 👁 6.2K
- ⭐ 8.0
- 💬 60
Annotation
«Nadie conoce a la persona detrás de los libros». Liam Baron es escritor-novelista bajo seudónimo y también es amante de los viajes en tren, de los libros, la escritura y de la libertad. Se rige bajo su propio lema: “Su vida, su rutina, sus reglas”. Su mejor amigo es Mávros, un gatito de pelaje ébano que rescató de la calle y que se ha convertido en alguien imprescindible para Liam. Pasa casi todo el día encerrado en casa. En la comodidad de su living, en compañía de Mávros, disfruta de una buena taza con té mientras escribe. Sin embargo, conocerá a una persona que pondrá toda su vida de cabeza. Dominic Ricci será el causante de que Liam se dé cuenta que en su vida puede haber modificaciones, que sus rutinas pueden sufrir variaciones y que sus reglas pueden quebrarse. «Porque detrás de un seudónimo, está el verdadero escritor». ********** Obra registrada en Safe Creative. No se permite copia total o parcial. Ante cualquier tipo de plagio, se tomarán las medidas necesarias. ©Todos los derechos reservados.
Prefacio.
Sus pasos sincronizados con la melodía que llegaba a sus oídos por medio de los auriculares. No prestaba atención al panorama. Por más que las vistas fueran magníficas, no le daba relevancia a nada que no fueran sus propios pensamientos.
Desinteresado, taciturno, un bohemio por naturaleza.
Mucho tiempo ha pasado desde la última vez que mantuvo una conversación con alguien. Años y realmente no le importaba. Las únicas veces que dejaba salir su voz era simplemente para preguntar cuánto le saldría un boleto de tren y eso ocurría cada fin de mes.
¿Familia? Alguna vez la tuvo, por supuesto. Sin embargo, aquel lugar al cual llamó hogar hasta sus 15 años de edad ya no estaba. Sus padres yacían inertes bajo dos lápidas de mármol en algún sitio del Campo Santo de la ciudad. Dejó de pisar aquel lugar desolado y álgido hace bastante tiempo. ¿Por qué desperdiciar tiempo cuando sus relatos y preguntas nunca tendrían replicas? Al principio fue difícil porque allí, debajo de los alabastros, descansaban sus progenitores y por más que lo negase, los extrañó por algún tiempo.
La realidad lo golpeó por varios meses en los cuales se vio obligado a hacerle frente al hecho de que se encontraba solo, sin nadie a quién acudir.
Un adolescente de 16 años enfrentando a la vida por su cuenta.
Dentro de toda la desgracia, encontró un poco de sosiego al no tener que salir a la calle por empleo. Sus escasas salidas eran solo para comprar alimento y lo hacía una vez a la semana. El resto de los días se la pasaba encerrado dentro de la desolada casa, entreteniéndose con cualquier cosa que encontrase en su camino.
¿Amigos? Sí, también los hubo, pero al dejar de salir estos dejaron de venir y al pasar de los meses fue y fueron olvidados.
El tiempo siguió su cauce, llevándose consigo parte de él, parte de su esencia, mutándolo a un ser solitario, moldeándolo a una persona completamente distinta.
Se refugió en la lectura y escritura.
A los 18 años publicó sus primeros tres libros de narraciones cortas y una novela. Y esta última pronto se transformó en un best seller. Aunque nadie supiera que el autor del famoso libro «Eyes of cat» era un joven que contradecía todo lo usual a una persona que llegaba a la cúspide de la fama. Él prefería el anonimato y seguir escribiendo bajo un seudónimo. Su verdadera identidad solo la conocía su editora.
La historia de cómo conoció a Odette Levesque se podría resumir. Él comenzó a publicar historias cortas en una plataforma literaria on-line por mero placer. Con el tiempo, el número de lectores incrementó al punto de preguntarse qué tendrían sus historias porque él no las veía interesante ni mucho menos. Miles de mensajes recibía en su casilla privada, felicitándolo, pero, sobre todo, pidiéndole más de sus relatos. Uno en particular le llamó la atención. Una cosa llevó a la otra y, en menos de dos meses, terminó aceptando conocer a la chica detrás de los mensajes. Grata y desconcertante, a su vez, fue enterarse de que la autora de dichos mensajes resultase ser una de las mejores editoras que prestaba sus servicios en una de las empresas más grande de la ciudad, Creative World Edition. Por supuesto, al principio se negó rotundamente a que sus historias llegasen a pasar en formato libro físico para luego ser exhibidos en las distintas librerías. No. Eso no lo convencía del todo, más que nada porque tendría que salir a la luz, dándose a conocer y lo menos que deseaba era tener a personas acosándolo a cada dos por tres, ya fuese para criticarlo por ser un fracaso de escritor o felicitarlo por su trabajo. Al final, se dejó llevar por el entusiasmo de la chica, dando como resultado ser autor bajo seudónimo.
Tres libros con historias cortas, basadas en romance cliché, fueron los primeros y luego lanzó su primera novela. Esta llegó al vértice del consumismo literario en tan solo unos pocos meses y palpó el orgullo y satisfacción en el momento en el cual Odette le dio la noticia de que su libro pasó a formar parte de los best seller más adquiridos en todo el país. Su fama alcanzó un nivel nacional relativamente en poco tiempo.
Y ahora, con 25 años de edad, era uno de los escritores novelistas más famosos del país.
Lo hecho, hecho estaba.
Bufó mentalmente en el instante que responder con un simple monosílabo al señor que vendía los boletos. Volvió a colocarse los auriculares y siguió avanzando por los andenes mientras observaba las vías, los trenes saliendo y otros llegando. Inhaló profundamente cuando el aroma a tierra húmeda llegó hasta sus fosas nasales. Amaba la lluvia, mucho más cuando salía de viaje.
Se paró al llegar a su destino, ingresó al ferrocarril, haciendo caso omiso —como de costumbre— a las distintas miradas posadas sobre su persona. Se paseó por los vagones, buscando un lugar apartado del tumulto de personas. La inspiración calaba por su mente, trepándose como si fuera una enredadera, hilando diferentes escenarios, personajes, paisajes. Sus manos comenzaron a vibrar. Le urgía sentarse, sacar su laptop y ponerse a escribir.
La verdad, después de tres años en los cuales solo se dedicó a escribir, siguiendo al pie de la letra los consejos de su editora, dio sus buenos frutos. Fama y mucho di