Secuestrada por mi ginecólogo

En parte era cierto, ambos se habían visto envueltos en una especie de luna de miel, la cual ninguno de los dos quería soltar. El problema había sido qué cada momento libre, lo habían aprovechando estar en la cama.

Giselle, frustrada, se tomó las sienes, masajeandolas. Resoplo dandose cuenta que protestando no conseguiría nada ..

Ella empezó a leer, lo hizo con toda la concentración que podía en ese momento. A pesar de que las letras, parecía no tener ningún tipo de significado.

De pronto sintió que su libro fue arrebatado de sus manos, al levantar la barbilla sus ojos se encontraron con un Esteban leyendo en voz alta.

Giselle se río, divertida al ver que su novio le estaba ayudando a estudiar. Empezó a beber el café, prestando atención a las palabras del. Sus labios entreabiertos, estaban un poco rojos, debido a los besos que se veían dado hace poco tiempo.

Sus mejillas y su cabello negro, caía en forma graciosa por su nariz. Gisel, no perdió la oportunidad de poder quitarlo de su rostro, y en ese instante se quedaron viendo el uno con el otro.

Pero Esteban la veía divertido, aunque quitó la vista. Giselle, desvío la vista de su novio. Moviendose de un lado al otro, para concentrarse.

Empezó a deber su café, prestando atención a cada palabra que le he hablado a su novio.

—Bueno entonces ¿qué es lo que acabo de decir?

Giselle, empezó a explicar cada palabra. Al parecer esa manera de estudiar y es bastante efectiva.

Porque ya se habían prestado sumamente atención y esa manera iría más rápido. Esteban no había ido al trabajo, porque quería adelantar desde casa; eso es la ventaja de ser abogada.

Giselle estuvo así todo el día, hasta que se hicieron las 12 del mediodía, y sabía que tenían que comer. Pero ella se sentía segura; sentía que podía rendir bien ese parcial.

—Estoy lista —comentó con confianza.

—Gracias a tu maestro particular —comentó divertido Esteban.

Gisel, no lo dudo ni un instante, se abalanzo sobre sus brazos y lo besó con ternura. Se vieron envueltos en un tierno y adorable abrazo.

Para Giss, era sumamente tierno tenerlo a su lado. Suspiro, lo hizo porque en ese instante se sentía sumamente enamorada de el.

A pasar del tiempo y la distancia, siempre había pensado que el amor se resumía solamente a Julián.

En estos dos meses, se había enamorado un poco más de ser posible de Esteban, de la persona que siempre le ayudaba en todo lo que podía.

No podía pedir otra cosa. Esteban, también la veía de mismo modo. Nunca había experimentado una relación de ese modo, se sentía sumamente feliz al lado de ella, podía ser el mismo sin ningún tipo de preocupaciones y eso le llenaba la alma, poco a poco.

Ambos eran envueltos en una relación adorable: la cual ninguno de los dos quería soltar. Empezaron a calentar un guiso: del día anterior.

Giselle estaba agradecida de que estuviera esa comida, porque cocinar el robaría tiempo para poder seguir repasando.

—Has estudiado demasiado, descansa.

Entonces asiente dándole un beso en los labios.

—Eso es lo que tú piensas... —dijo con una fina línea en los labios — y si... ¿me va mal?

Quiere saber algo aterrada.

—No, tienes que descansar y despejar la mente. Ya vas a ver, vas a recordar todo las preguntas.

Giselle a regañadientes asintió; guardo las hojas y las miradas de reojo en el bolso. Esteban, estaba atento a los movimientos de su novia. La misma estaba nerviosa moviéndose de un lado al otro, intentando no volver a estudiar.

—Tienes que confiar más en ti... si quieres te hago preguntas así ves , recuerdas todo.

Giselle asintió, Esteban procedió ahí preguntándole acerca de lo que había leído .

Giselle, respondía muy bien y lo hacía con una confianza que Esteban le hacía sonreír . y celoseda cuenta del potencial que tiene, y para Esteban era importante hacérselo saber, enseñarle que ella debía tener confianza.

Se miraron: no pudieron evitar besarse en uno contra el otro.

Para hacer ella, es sumamente difícil no sentirse de ese modo junto con el; puesto que lo amaba con una intensidad abrumadora. Ambos se miraron sin entender muy bien los miles de sentimientos que experimentaban, para los dos eran difícil, puesto que se amaban mucho.

Giselle. Suspiro dandose cuenta en ese preciso instante, que la vida la vida llena de sorpresas y en ese día en particular se da cuenta que estaba muy enamorada esteban.

Minutos más tarde...

Él mismo, la había llevado a la universidad, Giselle, repasado una y otra vez lo que había leído en voz alta.

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El la silenció con un beso, en cuanto llegaron. Ambos se vieron envueltos en un tierno beso.

Probaron la lengua del uno y del otro; empezó a explorar la boca ajena.

—Te amo —comentó Gisel apartándose de su lado.

—Yo también te amo, cuando salgas de la universidad quiero preguntarte algo.

Giselle levantó una ceja algo confundida, por lo que le había dicho continuación, sin entender muy bien.

＜＜¿A qué se refiere?＞＞

—¿A qué te refieres?

—Te diré... cuando salgas.

Le sacó la lengua divertido.

Giselle, no podía evitar grabar esas palabras de su mente.

Cuándo bajó del vehíc*l*, se da la vuelta y saludó con la mano a su novio. Aunque lo hizo algo confusa.

Sin entender muy bien ¿A qué se refería?

En cuanto llegó a la universidad: vió muchos estudiantes estudiando, y más que nada eran los de primer año.

＜＜Qué miedo...＞＞

Muchos estudiantes, se encontraban con el teléfono y otras estudiando.

Giselle  vió a la distancia a Brianna, miraba aburrida su alrededor.

—¿No tendrías que estar repasando? —comentó divertida.

—Ya lo hice, leí una vez y ya me acuerdo.

En cuanto dijo esas palabras, Gisellw mira con sorpresa

—¿, que leiste una sola vez? ¿Acaso tienes memoria fotográfica? —quiso saber confundida —A ver... dime exactamente lo que dice la página 16.

—Lo que dice la página 16: se refiere , A qué la literatura es un arte mágico, se refiere a todos los escritos que con anterioridad se han revelado, ante las manos de bastante filósofos y psicólogos. La literatura, primeramente empezó a través de la psicología...

Y siguió hablando, Giselle la miró completamente sorprendida. Ni siquiera ella, que había leído un montón de veces las hojas una y otra vez, podía replicar exactamente aquello.

—¿Cómo lo haces?

—No lo sé... tengo memoria fotográfica. Supongo —se encogió de hombros Briana y siguió con su teléfono , si nada.

— Pues... yo quiero tu memoria fotográfica. Me la he pasado estudiando , una esclava, y lo peor de todo es que aún no me sé todo del todo...

Giselle protestó, cubriéndose el rostro.

—Tranquila. Ya seguro que te va a salir,  lo importante es que lo entiendas. Más allá de saberlo de memoria. Mi problema es que yo no lo puedo llegar a saber perfectamente de memoria, pero de llegar a entenderlo es otro tema.

— Ya luego. Gracias Briana.

De pronto... sonó la campana y todos empezaron a ingresar uno a uno.

Giselle en cada paso, sentía los latidos de su corazón incrementarse.

Finalmente estaban todos separados por pupitres, el se sentó en uno y tragó saliva bastante nerviosa.

A decir verdad es de las primeras veces, de las cuales rendía en este momento. Sería su primer parcial y para ella era la primera oportunidad que tenía demost