La gorda es mi crush

Reconocen a esa chica que camina por los pasillos de la escuela, la que carga sobre sus hombros apodos crueles como "la Gorda", "Puerca", "ballena" y otros que duelen más de lo que cualquiera podría imaginar. Esta joven tiene 20 años, mide 1,56 metros y carga con el peso de la inseguridad desde su infancia. Ropa holgada, doble de su talla, ha sido su escudo, pero aún así, la autoestima se ve afectada.

La preparatoria ha sido una travesía llena de desafíos, donde la crueldad de las palabras ha dejado su huella. Pero ahora, el horizonte universitario se presenta como una nueva oportunidad para dejar atrás el dolor y abrazar un renacimiento. Aunque el peso ha sido una preocupación familiar, la joven ha aprendido a sobrellevarlo con el tiempo.

La falta de experiencias románticas y la virginidad no elegida son sombras blancas que acechan, y la ropa simple, camisetas y jeans de los 90, lentes y brackets, la descrita como una "nerd gorda". Sin embargo, la verdadera fortaleza de esta chica radica en su interior.

Vive en Boston, en una casa suburbana, con padres cariñosos que celebran un matrimonio feliz de dos décadas. Su padre, Kiral Tekin, un hombre apuesto y exitoso en el negocio de la mecánica, es su guía y apoyo incondicional. La familia es un pilar fundamental en la vida de esta joven que se enfrenta a la vida con valentía.

POV Melek:

Hola, estoy en casa disfrutando de mis vacaciones de verano, esperando la carta de aceptación de la Universidad de Harvard. Caroline, mi amiga desde la primaria, ya fue aceptada, pero yo aún estoy en espera. Ambas estamos en mi habitación cuando mi madre entra emocionada sin previo aviso.

—¡Ya llegó la carta, Mel!— exclama mi madre. Bajo las escaleras rápidamente, mi corazón latiendo fuerte de nervios. Caroline abre la carta por mí, mientras tomo una bocanada de aire.

—¡Por favor, espero haber sido aceptada!— murmuro. Caroline se acerca para leerla conmigo, y mi madre está nerviosa, casi mordiéndose las uñas.

—¿Y bien, qué dice la carta? ¡Me están matando de la duda chicas!— interviene mi madre.

—Señora Mckenzie, Mel... ella fue...— comienza Caroline, cubriéndose la boca con las manos.

—Fue... ¿Qué? Hablen ya.

—Señorita Melek Tekin Mckenzie, la Universidad de Harvard le notifica que su beca ha sido aprobada. ¡Me aceptaron!— grito, saltando de felicidad.

Esa noche, mi padre regresa temprano y salimos a cenar para celebrar. Solo tengo una semana para mudarme a Cambridge, pero estoy emocionada por las nuevas experiencias y cambios.

Mi padre me acompaña a Cambridge, y aunque me da un poco de vergüenza, lo entiendo. Mañana es el primer día de orientación y hoy me mudaré a mi dormitorio.

Mi papá me ayuda con las maletas y veo a Caroline también acercándose.

—Hola, señor Kiral. ¿No creí que lo vería aquí?— comenta Caroline.

—Estoy ayudando a Mel con la mudanza,— responde mi padre.

—Bueno, desde aquí creo que puedo hacerlo sola, papá,— digo.

Mi padre me abraza fuerte despidiéndose, y siento las miradas a mi alrededor.

—Me llamas todos los días, está bien. Me harás mucha falta, cariño,— me pide.

—Lo prometo, papá. Te quiero mucho. Cuídate, responde.

Mi padre se va, y Caroline me ayuda con las cajas.

—¿Cuál es tu cuarto? Déjame ver el papel,—pregunta.

—Creo que es el 17B,— respondo.

—Eso es genial, mi cuarto es el 2B. Estamos cerca, aunque mi compañera de cuarto es algo rara, comenta.

—¿Cómo así?— pregunto.

—Ya la conocerás,— responde.

Llego al cuarto y descubro que estará sola, lo cual me parece mejor. Mientras desempaco, Caroline entra con su nueva compañera de cuarto.

Es una chica con un estilo llamativo, con corte varonil, maquillaje estético, piercing en la nariz y tatuajes en la clavícula. Viste una falda cuadriculada, un top negro de hombros abiertos, medias negras y botas.

—Hola, muchas ganas. Soy Izy,— se presenta, extendiendo su mano.

Hola, soy Melek.

— ¿Me, Que ? —

— Puedes llamarme Mel. —

— Suena bien, entonces chicas, ¿adónde vamos? — esboza una sonrisa.

— Sí, bueno, pensé... que sería bueno salir y conocer la ciudad. — exclamó Caroline.

— No sé, quiero prepararme para mañana. —

— Mañana es el evento de orientación ¿Qué preparativos necesitas hacer? ¿Disfrutemos de esta nueva ciudad o nos esconderemos como nerds? Vamos... — .

— Está bien, déjame cambiar esto que llevo puesto. —

Abrí el armario e Izzy vio mi armario.

— Eres un fósil, porque tu armario parece el de mi abuelita. —

— Necesitas un cambio de imagen urgente. —

— Y verme como tú, no gracias. —

— bastas Chicas, porque discuten, Mel cámbiate.

— Y saldras con la camisa que parece sabana , no es Halloween chica, no tienes nada ajustado.

— Basta, Izzy deja de criticar a Mel. —

— Bueno vámonos , ¡apresurense! —exclama Caroline.

Nos encontramos en una pizzería, el ambiente es agradable y comenzamos a charlar para conocernos mejor. Resulta que Izy también está estudiando Artes, lo cual me sorprendió bastante.

Le pregunto a Izy: —¿Por qué decidiste estudiar Artes?—

Ella responde: —Mi madre tiene un local de tatuajes, y originalmente quería seguir el negocio familiar. Sin embargo, obtuve esta beca, así que no puedo desperdiciar esta oportunidad.—

En ese momento, Caroline interrumpe: —Yo estoy en animación digital y diseñando los mejores videojuegos.—

En ese momento, el teléfono de Caroline suena, y ella se aleja para contestar; debe ser su novio quien llama. Describo a Caroline como bonita y de buen corazón. Su novio está en Boston, es el mariscal de campo de nuestra antigua escuela, y ella está profundamente enamorada de él. Hacen una hermosa pareja; él es atlético, y ella viste a la moda con su cabello lacio y una figura delgada y estilizada. Si nos midiera matemáticamente, yo sería un cinco y Caroline un ocho.

Izy, curiosa, me pregunta si tengo novio, sacándome de mis pensamientos. Respondo que no, y ella revela que ella sí tiene uno que trabaja en la administración de la universidad.

Caroline interrumpe preguntando de que hablamos cuando regresa: —Sobre chicos—, dice Izy, y Caroline añade: —Pero Mel no ha... teni.— Le tapo la boca a Caroline y decido que es hora de regresar al dormitorio, aunque ella me llama aguafiestas.

Caminando de regreso a las habitaciones, nos encontramos con un grupo de chicos tatuados con chamarras de cuero.

Caroline comenta sobre un chico “malo” que le llamó la atención, pero yo prefiero evitar contacto visual con ese tipo de delincuentes.

La noche termina y comienza un nuevo día en mi primer día en la universidad. La orientación fue agradable, y estoy contenta de haber quedado en todas las clases con Izy.

Decido pasar por la biblioteca del campus, y al entrar, mis ojos se encuentran con Noah, el bibliotecario, o es el nombre que aparece en su gafete. Es amor a primera vista: cabello castaño, ojos azules, nariz respingada, mandíbula cuadrada y una camisa azul marino que resalta sus pectorales. Me siento como una tonta enamorada desde que lo vi, los nervios me inunda, así que mi primera reacción es acercarme a uno de los estantes del costado de la recepción, para que no pueda notar mi presencia.

No podía evitar verlo desde lo lejos de los estantes de libros, su sonrisa es maravillosa, es un ángel en tierra.

Si mi vida fuera una película de Will Smith diría que este pequeño instante que transcurre en cámara lenta en mi mente, es felicidad, con un ser tan perfecto, verlo caminar hacia mí, con un paso firme y una sonrisa hermosa en los labios, color durazno muy apetitosos, y unos dientes perfectos como comercial de pasta dental, es en serio, es perfecto, el hombre perfecto