Un Ángel en mi Infierno

Mi nombre es Napoleón McCarthy, tengo treinta y seis años de edad y aún vivo en Phoenix con mis padres ¡sí! Soy un consentido pero, he pasado por mucho. Hoy quiero compartir mi historia con ustedes...

Phoenix, 1984.

A mis dieciséis años, peso ciento diez kilos, ¡sip! Soy el hazmerreír de todos porque soy gordo. Solo mi amigo Logan está conmigo siempre, él es el que me defiende de todos y me levanta el ánimo; o por lo menos trata.

Mi madre dice que seré un galán, no sé cuándo pero ella me lo asegura.

Tengo una hermana gemela que es una belleza, es popular y también me defiende pero, quiero ser yo. Nunca resulta sin embargo, sigo intentando. Mi padre dice que soy un luchador pero yo digo que soy un sobreviviente...

Mis hermanos Dominik (catorce) y Ethan (trece) también son galanes aunque este último es sobrino de mi madre siempre ha estado con nosotros. Danielle la gemela de Dom (si todos tenemos un doble, es un fastidio pero las amamos) estudia en una escuela de danza, ella es una artista, p nunca me habla pero cuando su amiga me llamó gordo la echó de la casa y dejó de hablarle. ¿Eso califica como amor? Entonces sí, me ama.

Por ultimo vienen las bolas de nieve, mis hermanos menores Steven y Stella (como mi madre, amo ese nombre) tienen tres años son blancos como la nieve y rubios como el sol: son hermosos.

Mi madre una hermosa mujer de treinta y cinco años la cual se quita como cinco pero creo que le quedan muy bien, ¡Dios! Amo a esa mujer con locura, es la luz de mis días y la sombra de mis noches; dicen que el complejo de Edipo se supera cuando sales del jardín pero... ¡Naaaah! Yo no lo he superado y creo que aún estoy enamorado de mi madre. Por otro lado está el hombre a quien más admiro, amo y respeto en el mundo: mi Padre, Stella Lee Devlin es mi novia pero Duncan Ellis McCarthy es un nivel superior, es mi mundo, todo lo que deseo ser, mi superhéroe al que solo tengo que mirar y ya sabe que me duele o lo que me entristece.. con cuarenta y cinco años es una muralla de un metro con más o menos ochenta y nueve centímetros y noventa kilos, ojos azules y cabello castaño, todo lo que una mujer desea.

Adinerado, con un consorcio muy conocido que, algún día yo manejaré, ese hombre es el terror de las chicas ¡lo amo! a todos en realidad, mi familia es mi vida, y así será siempre, aunque no puedo sacar de mi cabeza a la chica de mis sueños: Sonya Alba Cavaliery, de padres Italianos y ella es una preciosidad, piel canela, pelo castaño y ojos avellana, toda una diva. Su cuerpo fue esculpido por los dioses del Olimpo, eso debe ser para poder ser tan hermosa pero; no tengo posibilidad ¡por favor. Soy un gordo! Nadie me mira y menos ella que es tan delicada y bella como una flor. ¿O es una rosa? Bueno lo que sea, es una ninfa de algún bosque de esos encantados y yo estoy loco por ella, en silencio por supuesto.

Quizás en algún momento llegue a ser delgado, quizás llegue a ser un galán ¿quién sabe? ¿Verdad? No dejo de soñar.

Aquí voy y espero que les guste...

...

Quince años antes, en la fiesta...

—¡No me va a hablar! - Le dije a Logan, mi mejor amigo.

Ella es la chica más hermosa y sexy que he conocido desde la escuela: bella, inteligente y popular, de hecho no tengo idea de por qué estoy en esta fiesta, aunque ya no sea un obeso aun no soy un Ken. A pesar de la dieta y el ejercicio aún se me nota el sobrepeso, ya no parezco globo pero si estoy algo grueso aunque mi amigo dice que la ropa que tengo puesta lo disimula.

Mi amigo puso los ojos en blanco.

—Solo pídele un baile ¡oh vamos! Es solo un baile y ella es una chica cualquiera, si dice que no lo intentas con otra, fin del cuento – y así era él: Ken Logan Datlov, un tipo de veintiún años y de mi estatura (metro ochenta y ocho) pero parece una bestia llena de musculo hasta los dientes y una actitud calmada, que no acepta ninguna broma de mal gusto y no deja o dice nada fuera de lugar. ¡En cambio yo, sigo siendo gordo!

—Si claro, eso lo dices