
DOS CAMINOS.
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Annotation
Alana se encuentra lidiando con las consecuencias de su tumultuosa crianza y el impacto que tiene en su futuro. Nacida en una familia disfuncional, Alana se enfrenta a una serie de desafíos que conforman su desarrollo personal y dejan una marca duradera en su vida. Un romance desafortunado conduce a Alana a convertirse en una madre adolescente, solo para perder trágicamente a su hijo y enfrentándola a una enfermedad autoinmune. Este acontecimiento trágico aqueja a Alana con la mente desprovista y la falta de confianza en su propia existencia. Al sanar y enterarse de que su madre está a punto de perder la casa donde vive, Alana decide alquilar su útero a una pareja desconocida, con la esperanza de que le brinden el dinero necesario para recuperar la propiedad. Ezekiel Leblanc, un músico talentoso y reconocido de carácter perfeccionista, pierde a su joven esposa en manos de la muerte, hundiéndolo en la depresión. A los pocos años, decide alquilar un vientre para tener un embarazo subrogado con los óvulos congelados de su esposa muerta. La vida le cambiará a Ezekiel cuando conoce a Alana, cuya conexión y atracción provocarán contra todo pronóstico que se enamore de ella. Una historia que cuenta cómo el amor es el mejor camino para curar las heridas.
PROLOGÓ.
La situación se encuentra en estado de desequilibrio… se intensifican las decisiones y no me encuentro en capacidad de tomarlas. Las memorias me producen tristeza, demonios que atormentan mi memoria, de la vida que siempre he deseado, la sensación agridulce y los látigos de la indiferencia ¿Amor te acuerdas de mí?La sonrisa se fue, hoy solo se encuentra la gélida neblina que se acomoda en los huesos, en cada neurona, en cada terminación nerviosa… Ya estoy a dos metros bajo tierra esperando un milagro.Tener que nadar entre dos amores que, aunque sean distintos, duelen, arden y despellejan… dejar a mi madre atrás para seguir adelante con tener que alquilar mi vientre para poder salvar nuestro hogar me resulta más doloroso que el lupus eritematoso sistémico que contra todo pronóstico superé y sané. Siento que el aire no entra en mis pulmones. La incredulidad y el miedo no me permiten ver con claridad.Aunque me resulta difícil dejar atrás lo que poseo, también me resulta doloroso atar los sueños de mis días pasados, resquebrajado, atados a un matrimonio fallido, sin siquiera brindarme una oportunidad de demostrarme a mí misma que en muchas ocasiones existe un mundo mejor. A veces no puedo continuar, es como si estuviera congelada en el tiempo.Sí, ¿quién soy? ¿Qué es lo que quiero? ¿A dónde me dirijo? Se trata de interrogantes a las cuales nunca he brindado respuesta, aunque perseveraré en responderlas.¿Cuál es mi identidad?: una niña temerosa que anhelaba ser protegida y amada. Una mujer que aún tiene muchos demonios enjaulados, ocultos en los recovecos de su alma, y que grita por abandonar el lugar, a veces desearía que la niña herida se expresara y dejara respirar sus heridas, quizás así me libraría del peso que llevo sobre mis espaldas.Me considero un fénix con una magnífica magia en su interior que renace de sus cenizas y se fortalece cada día más. Soy alguien que necesita respirar.¿Qué quiero?: Me gustaría tener una calma, una identidad, una profunda capacidad de reconocer mi persona, valoración, ser más yo y menos ellos. Quiero ser fuerte, quiero ser arte… quiero ser poderosa e ineludible. Amarme y aceptarme tal como soy.¿A qué punto me dirijo?: lamentablemente, soy un barco que transita sin rumbo, y que deseo ser su capitán. Deseo prosperar y obtener mis propios ingresos.Me gustaría expresarles mi gratitud, miedos y darles la bienvenida a la seguridad. Dejar todas las pesadillas, pertenecer a la oscuridad.
¿En alguna ocasión, volveré a ser la misma? ¿Soy suficientemente capaz de cambiar? ¿La equivocación está presente en mi sangre? Solo el tiempo puede responder estas preguntas que siempre atormentan mi cabeza.
Nota: Pensamientos de un alma herida.
LAS HUELLAS.
Existe un recuerdo que, a pesar de los años, persiste en mi memoria. He observado que, al redactar un desahogo, es posible desintoxicarte y, tras llevar a cabo dicha acción, puedes eliminar la hoja y permitir que las cenizas se escape del aire. Esto fue mi tarea, redactarlo con el propósito de purificar el alma.
Tenía diez años y estudiaba 4.º grado de primaria. La profesora nos solicitó ese día al realizar una hemeroteca sobre la contaminación ambiental. Mi primo se encontraba en la misma aula de clases que yo. La tía Aurora, la madre de Luis, nos llevaba a la escuela y nos proporcionaba comida en la mañana de descanso. Mi madre lo hacía antes, pero dejó de hacerlo debido a que cuando iba a llevarme la merienda, yo empezaba a llorar. Una vez, salí por la ventana del salón de clases y corrí detrás de ella llorando para que no me abandonara. Por esta razón, mi Tía Aurora fue delegada a llevarme y buscarme, y como mi primo estudiaba conmigo, no supuso un problema, todo era válid