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UNA NOCHE CON EL ALFA

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Annotation

sinopsis Shanelle no puede imaginar que su vida dará un giro inesperado cuando acepta un nuevo proyecto para remodelar el apartamento de un misterioso director general que le ha dado libertad para hacer las reformas que quiera. sin saber quién es el cliente, se pone manos a la obra, sin ser consciente de las implicaciones que tendrá su encuentro. Una noche, en un exclusivo club nocturno, shanelle, superada por un mal día, decide ahogar sus penas en alcohol. sin embargo, su tristeza y fragilidad no pasan desapercibidas para el alfa de chicago, que la reconoce como su pareja, incapaz de resistirse a la atracción magnética que los une. en medio de la euforia del momento, se entregan a la pasión y consuman una noche de pasión. Lo que parece un encuentro fugaz se complica cuando Shanelle descubre, para su atónito horror, la verdadera identidad del hombre con el que compartió aquella velada única: CEO, su jefe, y lo más importante, un hombre lobo. Y no un hombre lobo cualquiera, ¡es el alfa de Chicago!

Chapter 1: —Todo está terminado...

Capitulo 1

SHANELLE

—¡Veré qué puedo hacer, Marc! —le grito a mi mejor amigo, al tiempo que bajo corriendo las escaleras de nuestro pequeño apartamento que compartimos—: ¡No prometo nada, pero lo intentaré!

—¡Más te vale, perra! —sale al pasillo, detrás de mí solo para poder gritarme—. Es viernes y es mi jodido cumpleaños, así que quiero celebrarlo. ¡Te espero en el Cold Night! —grita con fuerza porque ya he llegado a la entrada y duda mucho que no pueda escucharlo desde un segundo piso, cómo si eso fuera posible.

—Vaya nombre más original —murmuro con sarcasmo, saco las llaves de mi auto y subo a él. Roco se cabreará como no llegue antes que él, es un jefe bastante pesadito cuando se lo propone. Y teniendo la fecha de la inauguración del penthouses en el West Wolf tan cerca, el hombre puede ser una verdadera pesadilla. No tenía idea de quién sería el nuevo propietario de dicho lugar, pero me dieron carta blanca para hacer lo que yo quisiera con la decoración y remodelación, dejándome como claros requisitos que la habitación principal debía ser en tonos negros y muy amplio al igual que su baño, solo que allí debía colocar un enorme jacuzzi y todo lo demás debia ir en negro y beige. Fuera de eso el penthouses era mío (solo mientras lo decoraba) para hacer lo que quiera y eso me gustó muchísimo. Este era mi momento para demostrarle a Roco y a mí misma de lo que soy capaz de hacer.

Diez minutos más tarde detengo el auto en el estacionamiento de la empresa RenovaInteriors, saludo agitando una mano al vigilante, antes de subir corriendo los tres escalones de la entrada, empujo la puerta de vidrio y al entrar a la primera que veo es a Viki, la timida y dulce recepcionista.

—¡Buenos días, Shanelle! —me tenso porque no me gusta que me llamen por mi nombre completo y menos si somos compañeros de trabajo.

—Shane, cariño, ya te lo he dicho varias veces. ¡Buenos días!

—Lo siento. Prometo recordarlo. —su voz es temblorosa.

—¿Roco llegó?

—No, aún no.

—¡Perfecto! —apresuro mis pasos por el corto pasillo que desemboca a un área grande con cinco puertas que contienen las oficinas de; Sara, Lucas, Roco (nuestros jefe y dueño de la empresa), y por supuesto la mía. La quinta puerta es la sala de reuniones creativas. Y el otro pasillo a la izquierda da con una pequeña cocina con vista al centro de la amplia habitación, que tiene coloridos muebles y una mesita de café cortesía de Lucas. Más allá están los sanitarios.

Debo decir que las paredes, o partes de ellas, son de cristal por lo que no tenemos mucha privacidad, a excepción de la del jefe que es toda cubierta, por mí eso está perfecto ahora mismo. Entro corriendo a mi oficina dejando mi cartera en el perchero de la esquina y me lanzo de lleno en los papeles que dejé la noche anterior en el escritorio. Son los diseños del penthouses, algunos contienen muestras de tales que mandé a traer de Rusia. Incluso tengo muestras del mármol que mandé a pedir. Hoy debía de darle el último retoque al lugar y, asegurarme que todo esté perfecto para la inauguración el domingo, por lo que realizo la llamada con el albañil que está a cargo de llevar a cabo mis diseños.

—¡Qué! ¿Cómo es posible que aún eso no esté listo? —Exclamo. Dios, me iba a dar algo. ¡Mierda, mierda, mierda! Me levanto caminando de un lado a otro.

—Lo siento, señorita, pero acabo de subirlo tal como usted nos indicó. Ya estamos terminando de colocar el jacuzzi.

—Bien, bien, bien. Voy para allá.

—Perfecto. —termino la llamada, agarro las carpetas del escritorio, ya que tengo dos reuniones más con unos clientes que desean remodelar sus hogares.

—¿Ya te vas? —levanto la mirada hacia la puerta, donde Roco se encuentra parado. No me había percatado de que había entrado. Mi jefe, un hombre atractivo de 50 años, posee una estatura promedio, barba y algunas canas que le otorgan un encanto especial para su edad.

—Si. Tengo unas reuniones...

—Pero si apenas son las 8:00 a.m.

—Si, pero primero pasaré por el West Wolf para ver qué todo esté yendo según lo planeado.

—¡De eso mismo venía hablar contigo! —me tenso, pero por su alegre tono de voz no puede ser nada malo.

—¿Si?

—Si. Estoy muy emocionado por ver cómo ha quedado el Penthouse —sip, Roco está depositando una fé tan grande en mí que, debo ser honesta, estoy aterrada. Confío en mis habilidades, y él, por lo visto, también. llevo dos años trabajando para él y este es el primer proyecto tan grande que pone en mis manos—. Y estoy seguro que al nuevo propietario le encantará, bombón. —¿mencioné que mi jefe es Bi? Pues si, lo es. Y lo que más me encanta de Roco es su relación, joder, es hermosa... o envidiable. Claro, si te gusta tu mismo sexo. Sandra y Ben son sus parejas. Y yo creía ser de mente abierta por tener a mi mejor amigo gay.

—Lo hará. —le respondo con una seguridad que me sienta de maravillas. Así que sintiéndome toda una guerrera del diseño, alzo mi mentón y planto mi mejor sonrisa—: Ahora, si me disculpas, tengo unos clientes que conquistar.

—¡Así me gusta, dulzura! ¡Ve y deslumbralos con tu magia! —me dice cuando le paso por un lado, al salir de mi oficina.

—¿Ya te vas? —me pregunta Sara, desde su oficina ya que tiene la puerta abierta.

—Si, tengo unas reuniones con unos clientes. —espero que Roco entre en su oficina antes de agregar—: hoy es el cumpleaños de Marc, y iremos al Cold Night, dile a Lucas. Los estaré esperando a las 7 p.m.

—Cuenta con nosotros. —me guiña un ojo. Sonrío.

Me despido de Viki al salir de la empresa, subo a mi auto y conduzco a Gold Coast que con algo de suerte solo serán 20 minutos.

Llego a Gold Coast en el tiempo estimado y aparco mi auto cerca del edificio West Wolf, donde se está llevando a cabo la remodelación del penthouse en el último piso. El lugar es impresionante, con una arquitectura moderna y elegante que se destaca entre los demás edificios de la zona. Saludo con una sonrisa al vigilante que me deja entrar apenas me ve. Subo rápidamente al último piso usando el ascensor e introduciendo el código privado que me da acceso al ático, cuando el ascensor por fin se detiene y salgo al pasillo, me encuentro con un panorama caótico. Hay cajas, herramientas y materiales de construcción por todas partes.

Recorro el pasillo hasta llegar a la puerta del penthouse y entro rápidamente. Los trabajadores están ocupados finalizando los detalles en la terraza donde se encuentra una piscina climatizada, con muebles de madera creando la iluminación de algo relajante, pero elegante. Sigo mirando el interior del lugar y mi mandíbula se cae al ver el resultado de mi trabajo. Estoy enamorada de las tres paredes de vidrio templado que van del suelo al techo que dan a la terraza, y tienen unas persianas que se activan con el control remoto y crean un entorno más seguro si así se desea. Aunque si me preguntaran a mí, jamás cubriría las paredes de vidrio y privarme de la hermosa vista.

Eso sin mencionar que en la terraza las paredes de protección que esta tiene son también de vidrio, de casi dos metros de alto. Y te proporciona una vista de la Ciudad, ver Gold Coast desde aquí arriba es asombroso.

Sonriendo para mis adentros, porque se que esto le va a encantar al nuevo dueño, busco las escaleras y subo a la habitación principal. Todo es en tonos negro, grises, y alguna que otra cosa blanca. Al llegar al final de las escaleras puedo contemplar toda la sala de estar, cocina y parte del comedor. Camino por el largo pasillo perdiendo de vista la obra que he creado... con ayuda de los trabajadores, por supuesto. Al entrar en la habitación principal quedó estupefacta; es espectacular, tal como lo había imaginado. Las paredes son de un elegante negro mate, contrastando con los muebles en tonos negros brillantes y cojines rojos sangre. La cama es enorme, con sábanas negras y cojines a juego. La iluminación es suave y crea un ambiente acogedor.

Me acerco al baño y reviso que todo esté en su lugar. El jacuzzi ya está instalado, listo para ser disfrutado. Me sumerjo en mis pensamientos por un momento, satisfecha de que todo esté saliendo como lo planeé. Sin embargo, todavía hay algunos detalles por terminar y no tengo mucho tiempo.

Satisfecha con todo, vuelvo a bajar y busco al encargado de la obra. Lo encuentro afuera dándole órdenes a sus chicos.

—¡Paul, hola! Lamento interrumpirte.

—Señorita, Shanelle. —me saluda el viejo hombre.

—Paul, necesito saber porque no esta terminado. La inauguración es el domingo y debo mandar a la empresa de limpieza...

—Todo está terminado...

—¡Si! —doy una palmadita.

—Sin embargo, señorita Shanelle, es recomendable que no envie al equipo de limpieza ni hoy ni mañana, ya que todavía hay algunas cosas frescas que faltan por secar. Una de esas es el jacuzzi. Que es lo que le mencioné por llamada.

Mi cara se descompone con la noticia, pero rápidamente me recompongo.

—Por supuesto. ¿Y cómo para cuando se puede limpiar? —la pregunta sale acompañada de sarcasmo, pero él no parece notarlo.

—Para la noche de mañana, más recomendable el domingo. —joder, esto está mal en muchos sentidos. Aún así no pienso darme por vencida.

—Perfecto. Ha sido un placer trabajar contigo una vez más —estrecho su mano.

—Siempre a su orden. —me despido de Paul y salgo del penthouse. Hoy tendría un día bastante ocupado.

Chapter 2: —¡Mierda, Shane, lo siento! Yo...

Capitulo 2

SHANELLE

Miro por quinta vez la cara de la señora Rosa, la cual no termina de decidirse con el diseño que quiere en la cocina.

—Es que me gustan todos tus diseños.

—Me encanta saber eso, señora Rosa. Solo que necesita escoger uno para poder comenzar a trabajar en la remodelación o… ¡Ya se! Si gusta, puede quedarse con los bocetos, lo consulta con su esposo esta noche y, aunque mañana no trabajo, puede enviarme un correo avisándome cuál es la elegida.

—Oh, cariño, es esa una idea fantástica. Pero no sé cómo utilizar estos aparatos. —suspiro, porque no quiero hacer lo que estoy a punto de hacer.

—Aquí está mi número personal —saco una de mi tarjetas de presentación y un bolígrafo, volteo la tarjeta y garabateo mi número personal en ella—. Puede escribirme por Whatsapp o Telegram, de la decisión que tomen.

La mujer de unos 60 años me mira con ternura.

—Muchas gracias, ca

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