Cautiva del alfa
- Genre: Werewolf
- Author: Valkyria Wolf
- Chapters: 76
- Status: Completed
- Age Rating: 18+
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- ⭐ 8.7
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Annotation
Ella es una omega Pura y reina de su manada hasta que su esposo la destronó y encerró. Dos de sus hijos descubren la verdad y piden ayuda al alfa de la manada enemiga. Pero solo aceptará con una condición. Ella tiene que ser de él Y ella no volverá a ser de nadie
Chapter 1
Hades, alfa de la Manada de Plata no daba crédito a lo que sus ojos veían. Dos de los hijos de su mayor enemigo estaban arrodillados ante él, implorando que derrocara nada más ni nada menos que a su padre. Esa si era una broma de muy mal gusto. No era una persona cerrada de carácter pero le gustaría darles unos buenos correctivos a aquellos dos cachorros que osaban burlarse de su persona. O tal vez aquello era simplemente una estrategia de su padre para acabar con su poder.
Era conocido por su carácter amable con los cachorros más no con aquellos que intentaban manipularlo. Pero por el momento, les seguiría el juego. Nadie sabe a dónde podría llegar.
-¿Y cuál es el objetivo de venir a pedirme algo así?- sentado en el trono de la gran sala imponía respeto como todo el magnate que era. Los otros presentes estaban incómodos por la situación presente pero sin su orden no harían nada.
Los dos jóvenes bajaban su mirada evitando la de él, un símbolo de total sumisión, aunque las manos del que parecía el mayor se cerraban sobre sus rodillas mostrando que no estaba de acuerdo con aquella posición. Siendo hijos de alfa, esa actitud era memorable y Hades admiró que no se hubiera rebelado ya. Tal vez su pedido no era tan descabellado.
-Hace poco- comenzó a decir este tensando los hombros- Descubrimos los actos de nuestro padre y no toleraremos más eso, no cuando nuestra madre es la que está en peligro-
Se hizo un silencio incómodo y Hades recostó los codos sobre sus muslos, interesado.
-Sigue-
El chico levantó la cabeza pero la bajó tan pronto se dio cuenta que el alfa lo interrogaba con cada poro de su cuerpo.
-Hemos descubierto que nuestra madre está viva y esta encarcelada en una de las mazmorras subterráneas. Nuestro padre la ha tenido cautiva desde hace mucho tiempo y ha tomado su lugar como alfa total de la manada, usando su cuerpo solamente para procrear-
-¿Y crees que te voy a creer algo tan descabellado?- los dos chicos ahora si lo miraron con sus ojos desorbitados, como si la esperanza se escapara de ellos. Hades lo ignoró, si mentían, tarde o temprano la verdad saldría a la luz.
-Es bien sabido que su madre enfermó después del primer heredero, y que después de eso se confinó hasta que murió. Esa historia de que todos son hermanos de la misma madre es una tontería. No después de los múltiples amoríos del alfa-
-Pero no mentimos- el menor gritó desesperado recibiendo una ceja arqueada por parte del alfa.
-¿En serio? Denme pruebas y tal vez piense en su oferta- si no se equivocaba, su madre era la única omega de sangre pura de la manada y a leguas a la redonda, esto era serio.
Los chicos se miraron incómodos, pedirles pruebas cuando no la tenían, era cruel. El mayor mordió su labio inferior hasta que sangró. Sabía que había sido una idea descabellada irle a pedir ayuda al mayor enemigo de su padre, pero nadie más podía enfrentarlo.
Hades poseía una manada igual de grande y poderosa que la de ellos. Además, sus tierras colindaban, ir a buscar a otro alfa hubiera tomado demasiado tiempo, y tiempo era algo que no tenían. Alan hizo lo que nunca hubiera hecho en otra situación. Bajó su cabeza hasta casi tocar el suelo y suplicó.
-Usted es nuestra única esperanza. Por favor recapacítelo-
Su hermano a su lado copió su posición, repitiendo las mismas palabras.
Los ojos plateados del alfa miraron la escena con incertidumbre. Olía el miedo salir de los cachorros, pero no un miedo por mentir, sino de aquel que sabes que puedes perder todo.
-Guardias- llamó- Llévenselos-
Los dos jóvenes levantaron la cabeza con una expresión de terror y desilusión mezclada.
-Alfa- Alan intentó otra vez.
-No me repliques muchacho, espera como un buen cachorro, esta decisión no la puedo tomar tan a la ligera-
Pudo ver como los ojos del chico brillaron, una pizca de esperanza, aunque él, no prometía nada.
***
Siran cerró la puerta tras su espalda y se sentó después de que su alfa lo hiciera detrás de su buró de preciosa caoba tallada.
-Mi fiel consejero, que piensas respecto a lo sucedido-
El lobo de *p*n*s 300 años, pero que no aparentaba más que un humano de 25 se tocó el ceño como siempre lo hacía cada vez que sacaba una conclusión.
-Creo que es una buena oportunidad para que te hagas con la Manada Gris, alfa-
-Siempre tan sabio, amigo mío-
***
El calor era sofocante. Su garganta dolía al tragar debido la sed, no recordaba la última vez que el preciado líquido había pasado por ella. Los grilletes rozaban la piel abierta de sus muñecas y tobillos estremeciendo todo su cuerpo. Los latigazos en su estómago se multiplicaban a cada segundo quitándole la respiración.
Su barriga, que había crecido en los últimos cuatro meses, manteniendo en ella su próximo cachorro, ahora estaba perdiendo grosor tras un charco de sangre debajo de sus piernas. No le importó, tal vez así era mejor, su cuerpo estaba tan débil que terminar un embarazo le sería imposible. Si solo todo desapareciera
¿Qué había hecho para merecer aquello?
***
-¿Crees que estén mintiendo?- Hades se recostó contra su asiento de terciopelo rojo mirando a Siran, su beta, indiferente.
-Parecían desesperados, pero pudieran ser muy buenos actores-
-Hay algo en su historia que no cuadra en todo esto-
-Concuerdo con usted. Hablan de su madre como si aún estuviera viva. Hace años se esparció el rumor de que la reina de la Manada Gris y única omega pura había muerto dando a luz a su primogénito. Pero ahora vienen ellos alegando, que al parecer, la historia es mentira-
-De que son hermanos lo son. Su olor es parecido- Hades se masajeó el ceño.
-¿Y si es un truco de Rudoc? Ya lleva bastante tiempo detrás de su trono, y quizás usa a sus hijos para ablandarlo. Sabe que usted es deb...-
-Cállate Siran- Hades lo miró molesto.
Había intentado tener sus propios hijos hacia años pero en todos sus intentos había sido por gusto, si la mujer no quedaba embarazada, abortaba en los primeros meses, o la cría nacía muerta. El doctor de la manada le había dicho que su esencia era demasiado fuerte y los vientres lobunos no eran capaces de sostenerlo. Hades había perdido la esperanza de tener su propia descendencia hacia mucho. Debido a eso apreciaba los cachorros de la manada, incluso haciendo pensar que eran su debilidad. Y su beta era uno de ellos.
-Lo siento alfa, no quería incomodarlo-
-Llama a mi hermano- cambió de tema- Tengo una misión importante para él-
Minutos más tarde un hombre muy parecido a Hades hizo acto de presencia. Era alto, de complexión musculosa, de tez clara que contrastaba con el abundante cabello tan oscuro que se volvía azulado. La única diferencia entre ambos es que este lo llevaba relativamente corto y peinado hacia atrás, mientras su hermano mayor lo prefería largo mostrando las ondulaciones naturales que cualquier mujer envidiaría.
-¿Cuál es su pedido, mi alfa?- a pesar de ser familia, Leoxi mantenía un respeto absoluto por su gemelo.
-Tengo una misión importante, necesitó el mayor sigilo y rapidez que me puedas dar-
-A sus órdenes-
***
Alan caminaba de un lado a otro dentro del cuarto donde los habían encerrado hacia dos días. Sabía que su padre no estaría interesado en su desaparición. Solían irse de paseo en los alrededores de los terrenos de la manada hasta una semana. Su padre sólo estaba pendiente de Rodrigo, su hermano mayor y primogénito, si el desapareciera como lo habían hecho ellos, si sería toda una locura.
-Ese b*st*rd* ¿Cuándo nos piensa soltar?-
-Cuando dejes de hacer un trillo en el suelo-
Alan le gruñó a su hermano que estaba acostado en la cama de dosel mirando al techo aburrido.
-Acaso no te incomoda lo que puede estar pasando allá afuera ¿Y si nos usa de rehenes contra nuestro padre? Si no nos mata uno, lo hará el otro-
-Te recuerdo que vinimos aquí por la reputación que tiene el alfa Hades. No creo que lo haga-
-Con esos nunca se sabe. Llevamos dos días aquí encerrados y no nos dicen nada, solo comida y agua-
-Si nos fuera a tratar de rehenes nos hubiera encerrado mejor en una de sus mazmorras, estaría más tranquilo sabiendo que los hijos de su enemigo están bien resguardados, bajo sus garras-
Alan miró a Noa y se dejó caer pesadamente en la cama aguantándose la cabeza con las manos. No podía discutir con él. Su hermano era menor pero al parecer su cerebro era más grande porque era capaz de ver fantasma donde nadie más podía. Si decía que iban a estar bien, había un 95% de seguridad que así fuera.
-¿Crees que nuestra madre haya sufrido mucho?- Noa se incorporó sobre sus codos ante la voz ronca llena de preocupación
-Tú mismo viste en las condiciones en que estaba, ni siquiera el lobo más fuerte de la manada puede aguantar así tanto tiempo-
-¿Y si este alfa se reúsa a sacar a madre de ahí?-
-Pues tendremos que pensar en el plan B. Por el momento solo podemos rezar a la Gran Loba que la proteja y mantenga su vida, aunque sea un poco más-
Chapter 2
Días antes
Noa miró sobre su hombro mientras corría, a toda velocidad, por el pasillo, cuidándose de su perseguidor. Los pulmones se le apretaban en busca que aire mientras su cabello marrón se alborotaba sobre sus ojos.
Dobló la esquina esquivando una mesa cuando el olor de su enemigo estaba detrás de él. Su cabeza era un torbellino como para pensar en un plan. Lo sentía tan cerca, pero dónde, no era a su espalda. No podía permitir que lo agarraran, no ahora.
Una figura más alta se cruzó por el camino. Noa se detuvo en seco y tensó sus músculos. Tenía que escapar, tenía que...
-Noa, desgraciado, cuando te atrape ya verás lo que te haré-
Una risa molesta salió de la boca de su hermano mayor que aún mantenía puesta la camisa manchada por algún líquido viscoso resultado de alguna broma.
-Eso es si me atrapas-
Alan frunció el ceño sabiendo que por más rápido que corriera nunca atraparía a su hermano, pero reconocerlo, eso jamás.
Un guardi