Alphanovel App

Best Romance Novels

Book cover
Updated

Un Marine para navidad

  • 👁 179
  • 9.7
  • 💬 6

Annotation

Kai Simmons ha enfrentado un sinfín de desafíos en su vida. Después de haber experimentado una relación que la dejó marcada, ha llegado a la conclusión de que, lo que siempre consideró amor, no se compara con lo que ha vivido. Ahora, en esta nueva etapa de su vida, se ha propuesto perseguir sus sueños y metas; sin embargo, el miedo a abrir su corazón nuevamente la acecha, y se encuentra atrapada entre el deseo de amar y la necesidad de protegerse. Emmett Ross, es un hombre comprometido con su carrera, lleva sobre sus hombros el pasado tormentoso de sus padres, y, aunque no quiera reconocerlo, eso le afecta para decidirse a formalizar una relación. A medida que su amistad se fortalece, Kai y Emmett descubren un refugio en la compañía del otro. Comparten risas, confidencias y momentos de vulnerabilidad que les permiten abrirse a nuevas posibilidades. No obstante, ambos deben confrontar sus propios miedos y el peso de su pasado, antes de reconocer sus sentimientos.

1. De regreso a Memphis

Hola, bienvenidas a una nueva aventura, si leyeron Una hermosa coincidencia, las invito a leer la historia de Kai y Emmett. Una novela sencilla y romántica, que espero disfruten.

*Un Marine para navidad es una obra escrita por Dannya Menchaca (DannyaRent) registrada en Safecreative bajo el código 2411029996959, se prohibe su distribución parcial o completa, ya que estaría infringiendo con los derechos de autor*

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

*ੈ✩ˑ༄Emmett ゚・ ✧

La boda de mi hermana estuvo excelente, nunca me imaginé que su vida cambiaría tanto al mudarse a Nashville; sin embargo, estoy tranquilo al saber que tiene un buen hombre a su lado y está rodeada de personas que la aman.

—Ya podemos abordar —me informa Kai, acercándose.

Hoy regresamos a Memphis, por insistencia de mi cuñado, viajáremos en su avión privado. Dominic Wallen, a pesar de tener una muy buena posición económica, es un hombre muy sencillo, se nota que aprecia lo que ha conseguido con su esfuerzo. No tengo mucho tiempo de conocerlo, pero me ha bastado ver lo mucho que ama y respeta a mi hermana, para saber el tipo de hombre que es.

Subimos al elegante avión y un sobrecargo muy amable nos recibe, su mirada se queda por algunos segundos en Kai, algo que no me extraña ya que es un chica muy linda, su cabello ligeramente ondulado hasta los hombros resalta su preciosa cara, además lleva una blusa en color verde que combina perfectamente con el color de sus ojos. La conocí hace unos meses cuando viajé por primera vez a visitar a Ainara en Nashville. Kai me parece una chica muy valiente, ya que ha tenido una vida complicada con el infeliz de su ex, no conozco los detalles, pero me bastó con verlo en una ocasión para darme cuenta de que era un m*ld*t* b*st*rd*.

Helga toma asiento cerca de la ventana y Kai se acomoda en uno de los asientos laterales por lo que me coloco frente a ella.

—Este avión es increíble —menciona entusiasmada, mirando todo detenidamente.

—Lo es —afirmo.

—En el fondo hay una habitación por si desea descansar —informa el sobrecargo y lo miro molesto, su ofrecimiento me parece fuera de lugar, sobre todo por el tono de voz sugerente que está utilizando.

—Gracias —respondo cortante y parece que se percata de mi molestia.

—Les notificaré en el momento en el que vayamos a despegar —se aleja.

No tardan en avisar que nos preparemos para despegar, noto que Kai cierra los ojos y se aferra a los reposabrazos con fuerza.

—¿Pasa algo? —le pregunto.

—Me da miedo cuando despega —responde nerviosa.

Viajamos en el mismo vuelo cuando veníamos, pero yo iba algo alejado y no me di cuenta de su temor.

—Kai —la llamo, al ver que se pone pálida—. Cuéntame algo que te ponga feliz.

—La lluvia, me gusta el olor de la tierra mojada —suspira, intentando calmarse—. Y la navidad, es mi época favorita del año —muestra una leve sonrisa.

—¿Y le pides regalos a Papá Noel? —bromeo.

—Sí —abre los ojos y sonríe—. Este año tengo un pedido muy especial, solo espero que me lo conceda.

—Es posible que lo haga, no olvides hacer tu carta —sugiero y en ese momento el avión se estabiliza.

—¿Y a ti, Emmett? ¿Qué te gusta? —interroga, más tranquila y relajándose un poco.

—A mi me gusta la naturaleza, ir a acampar disfrutando del amanecer con un buen café preparado en una fogata.

—Nunca he acampado —tuerce la boca.

—Te lo recomiendo, es una gran experiencia que todos deberíamos disfrutar en algún momento de nuestras vidas —tomo aire—. Cuando era pequeño y escuchaba a mis padres discutir, salía a caminar por un bosque cercano a la casa y eso me calmaba. La noche que mi madre se fue, después de llorar durante horas, me quedé sentado debajo de un árbol, intentando entender qué había hecho mal para que se fuera.

—Lo siento —dice con pena y en ese momento me doy cuenta de que le estoy contando algo de lo que nunca hablo, ni siquiera con mi psicóloga.

Desde que la conocí hemos hablado en algunas ocasiones, incluso la llamé desde mi misión, me preocupaba su bienestar, ahora que regresé nos hemos visto varias veces, es una chica muy agradable y me siento muy cómodo hablando con ella, me contagia su entusiasmo provocándome risas la mayor parte del tiempo.

—Mi madre falleció hace algunos años, siempre me sentí culpable por no estar cerca de ella; sin embargo, era una tortura vivir en esa casa, mi padre siempre la maltrató y ella lo defendía, peleaba conmigo por él, claro que con el tiempo me di cuenta que yo venía siguiendo el mismo patrón de maltrato que me parecía normal, solo que lo entendí demasiado tarde y ya ella no estaba para pedirle perdón.

—Estoy seguro que donde esté, te perdonó, además, nunca es tarde para cambiar nuestra vida —aseguro—. Eres muy joven y tienes un gran futuro por delante.

—No lo sé, ¿quién aceptaría a una mujer tan dañada como yo?

—No digas eso —la recrimino—. Todos llevamos nuestros propios demonios detrás.

—Tal vez.

—¿Volviste a saber algo de tu padre?

—No, se fue del país, en realidad nunca le importé —se encoge de hombros—. Y lo prefiero así.

—Bueno, sé lo que se siente, hasta ahora jamás he vuelto a saber nada de mi madre, parece que se la hubiera tragado la tierra.

—¿Crees que está bien?

—La última noche que la vi, cuando le rogué de rodillas que no se fuera, al menos que pensara en Ainara —resoplo al sentir toda esa tensión que me produce hablar de ella—. Me dijo que era joven, que se merecía algo mejor y había encontrado el amor de su vida, que por fin iba a ser feliz, por lo que me enteré, se enamoró de un hombre rico y *p*n*s le propuso casarse, no lo pensó.

—Hiciste un gran trabajo como hermano mayor, Ainara no tiene malos recuerdos y eso es gracias a ti —afirma.

—Me hubiera gustado hacer más, pero era imposible ocultar lo que mi padre hacía —resoplo.

Se quita el cinturón, se pone de pie, se acerca y toma mi mano.

—Eres un excelente hermano y por lo que podido conocer de ti, una gran persona, te diré lo que he escuchado muchas veces en la terapia, deja el pasado ahí donde debe quedarse, disfruta tu presente y visualiza un gran futuro.

En ese momento hay un poco de turbulencia y Kai termina sobre mis piernas.

—¿Ya pasó? —pregunta asustada, cubriéndose la cara con las manos.

—No —miento.

Retira las manos y está completamente roja.

—Juro que no fue planeado —se ríe, poniéndose de pie para volver a su lugar y mira en dirección a Helga, quien está profundamente dormida.

—¿Segura? —cuestiono—. Llegué a pensar que hablaste con el piloto antes de abordar y le dijiste en qué momento tenía que tomar la turbulencia —señalo y suelta una enorme carcajada que me parece encantadora.

—Ya me descubriste —mueve la cabeza negando.

—Sé que soy irresistible —continúo con el juego—. Pero puedes sincerarte conmigo y todo sería más fácil, yo te permitiría viajar sobre mis piernas sin problema.

—¡Emmett! —exclama, completamente roja—. Deberías invitarme a acampar en alguna ocasión —propone, cambiando de tema.

—Por supuesto —afirmo—. Tengo el próximo fin de semana libre, ¿qué opinas?

—Me parece bien, espero no me llamen a trabajar por los días que pedí —cruza los dedos.

—¿Les ofrezco algo? —pregunta el sobrecargo.

—Un vaso con agua, por favor—le pido.

—¿Y usted señorita?

—Lo mismo, por favor.

—Enseguida regreso —sonríe y se aleja.

—¿Qué te parece Ezequiel? —indago, ya que la vi conversando con él durante la boda.

—Es muy amable, todo un caballero, la verdad —contesta con sinceridad—. Creo que se merece una buena mujer, en algún momento pensé que estaba enamorado de Ainara, pero él tuvo mucho que ver en que ellos estén juntos de nuevo.

—Cierto —confirmo—. ¿Cuántos puntos lleva?

Me mira y sonríe ante mi pregunta, ya que la escuché decir en varias ocasiones que Dominic había hecho los puntos necesarios para estar con mi hermana.

—Si la pregunta es conmigo, yo lo veo como amigo —aclara—. Nunca me he sentido atraída por él, pero es muy buen amigo, definitivamente.

—Me cae bien, pero tampoco me atrae —digo divertido y vuelve a reír—. Es un buen tipo, de eso no hay duda.

En eso nos llevan el agua.

—¿No bebes alcohol? —pregunta curiosa.

—No, no me llama la atención, hay otras cosas que te pueden dar esa misma adrenalina.

—Como tu trabajo —me señala.

—Sí o el s*x* —digo sin pensar y se atraganta con el agua, ya que justo en ese momento estaba dando un sorbo—. ¿Estás bien? —indago preocupado.

—Sí, solo que no me esperaba esa respuesta—confiesa.

—Es la verdad, tengo treinta y un años, no voy a mentir, me gusta disfrutar del s*x*, ¿a ti no?

—Pregunta complicada, porque los últimos años de mi vida, se han traducido en críticas, temor y ni siquiera puedo recordar si existió algo más antes de eso.

—Lo siento —me disculpo, avergonzado—. No debí…

—Está bien —asegura—. Son temas que puedo enfrentar y eso es bueno, quiere decir que los estoy superando, espero en algún momento de mi futuro, tener la posibilidad de decirte si me gusta esa adrenalina que dices o no.

En ese instante nos avisan que vamos a aterrizar y Kai se pone el cinturón. Cierra los ojos y se aferra nuevamente al reposabrazos, quisiera estar a su lado para tomarla de la mano y ayudar a que no pase este mal momento.

Llegamos a Memphis, tomamos un coche del aeropuerto y nos detenemos en su apartamento.

—Nos vemos, hijo—se despide Helga.

—Hasta luego —respondo.

—Gracias por la charla —dice Kai—. Te deseo mucha adrenalina de la buena en los próximos días —mueve las cejas divertida y suelto una risotada.

—Recuerda que nos vemos el fin de semana —digo antes de despedirme—. Paso por ti el sábado temprano.

—Por supuesto —contesta, me da un beso en la mejilla y se va.

Me subo al coche nuevamente y me voy a la base, la semana me parecerá eterna para volver a verla.

2. Recuerdos no gratos

❥•༻Kai°❀

—¿Todo bien, hija? —interroga Helga, cuando entramos al apartamento.

—Sí —suspiro—. ¿Se nota lo mucho que me gusta Emmett?

—Un poco, sobre todo si aprovechas una turbulencia para caer sobre sus piernas—menciona divertida.

—¡Estabas despierta! —grito.

—Hay ocasiones en las que es mejor pasar desapercibida —se ríe.

—Olía tan bien, que podría haberme quedado sobre sus piernas el resto del viaje —tomo aire llenando mis pulmones al revivir el momento.

—Emmett me parece un buen chico, pero tengo entendido que no quiere formalizar —advierte–. No te enamores, hija.

—Si bien me siento atraída por él, no sé si quiero volver a tener una relación estable, Helga, el temor de que me vuelva a pasar lo mismo que con Farren, siempre está latente.

—No todos los hombres son iguales —señala.

—Tal vez, no olvido que Farren era bueno al inicio de nuestra relación, nunca fue cariñoso o detallista, pero

Reviews
See All
Heroes

Use AlphaNovel to read novels online anytime and anywhere

Enter a world where you can read the stories and find the best romantic novel and alpha werewolf romance books worthy of your attention.

QR codeScan the qr-code, and go to the download app