LA MUJER EN MÍ
- Genre: Billionaire/CEO
- Author: Brisd_M
- Chapters: 320
- Status: Completed
- Age Rating: 18+
- 👁 4.5K
- ⭐ 7.0
- 💬 104
Annotation
Tras escapar de un matrimonio forzado, Isabella se embarca en una emocionante y misteriosa aventura con consecuencias inesperadas. Un regalo inusual de esa noche loca la llevará a cuestionar su existencia y a enfrentarse a su propia fuerza interior. La joven decide asumir las riendas de su vida y buscar una nueva perspectiva. Inesperadamente, Isabella se encuentra trabajando como asistente del atractivo CEO, quien sufre de amnesia debido a un grave accidente. A medida que ambos comparten tiempo juntos, sus vidas se entrelazan de manera sorprendente y compleja, creando una conexión más profunda de la que ninguno de ellos pudo haber imaginado. En medio de intrigas, romance y momentos de acción, Isabella y el CEO descubren juntos la verdad sobre sus pasados y el poder del amor verdadero. En esta novela de superación personal y romance, los protagonistas deberán enfrentar desafíos y tomar decisiones que cambiarán sus vidas para siempre. ¿Podrá Isabella encontrar su verdadera libertad y forjar su propio camino, o sucumbirá a las presiones que la rodean? Una historia cautivadora que te mantendrá expectante hasta el final.
Chapter 1. ISABELLA SARDINO
Todo el mundo piensa que ser heredera de una familia millonaria te hace feliz. En sus mentes nos crean una vida de fantasía maravillosa que en mi caso, está muy lejos de la realidad. A pesar de ser la única heredera de una de las más poderosas familias de mi país, no solo soy la heredera de mis padres, sino de mi millonario mafioso y temido abuelo Santiago Sardino. Sin embargo, soy la persona más miserable que puedo imaginar desde que tengo uso de razón.
En las disímiles novelas que he leído, siempre los niños ricos como yo, son petulantes, engreídos y hacen todo lo que quieren sin importarles nada. Se enfrentan a sus progenitores sin miedo. Les aseguro que ese no es mi caso, soy todo lo contrario a ellos, mi madre se encargó de que lo fuera, por eso estoy ahora metida en esta vida miserable que me han impuesto.
Ya han pasado más de seis meses desde que vivo la farsa de un matrimonio arreglado. No tengo quejas hasta ahora, mi falso esposo Luis no para en la casa. Yo estoy enfrascada en mis estudios. Visito a mis abuelos todos los días después que salgo del instituto. Por lo menos, me quité a la insoportable de mi madre de encima, me siento bien a mi manera, soy libre. Solo debo aguantar el tiempo necesario y lo seré por completo.
Me iré a viajar, a estudiar lo que realmente me gusta lejos de todos, pues al terminar con esta farsa, me será entregada una parte de mi herencia, y podré hacer lo que quiera. Al menos eso fue lo que dijo mi padre. Aunque no seamos cercanos, *p*n*s me habla en presencia de mamá, creo que me ama. Muchas veces se queda mirándome fijo, perdido en sus pensamientos, y veo una gran tristeza en su mirada. Sobre todo si está mi madre presente, regañándome por cualquier cosa. Es como si le temiera, por lo que se mide al demostrar cualquier acercamiento o interés en mi persona. Al menos no me maltrata y me trata muy bien cuando estamos solos.
Hoy me entretuve más de lo que acostumbro en la biblioteca realizando un trabajo que mandaron, quiero sacar unas buenas notas para ver si papá se alegra. Además, si lo logro, no tendré que estudiar el fin de semana y podré irme con mis abuelos de pesca. Regreso a mi casa, son pasadas las nueve de la noche. Me asombro al parquear el carro porque veo todas las luces encendidas. Entro en la casa, veo a Luis que está en compañía de una mujer rubia.
—Buenas noches. —Saludo sin gustarme mucho la imagen, pero no digo nada en espera de ver qué sucede.
—¡Por fin llegas, Bella! —Se pone de pie Luis al verme y se me acerca. —Ven, te presento a Vivian, el amor de mi vida.
¡No lo puedo creer! Una cosa es que la tenga por fuera, y otra muy distinta, es que me la traiga a la casa. Sin embargo, como somos un matrimonio de mentiras, respiro hondo y trato de sonreír, mientras la veo que avanza hacia mí. La rubia me mira, con una sonrisa burlona, mientras me extiende su mano.
—Hola Isabella —saluda con una voz fingida, y sigue hablando con una expresión de triunfo que no se me escapa, y al terminar de hablar comprendo el motivo—, espero que seamos muy buenas amigas, ahora que vamos a vivir juntas.
¡¿Qué?! —exclamo realmente sorprendida, me giro para Luis que sonríe feliz, como si todo estuviera resuelto y eso me enfurece.
—Sí, Bella. No puedo estar pagando una renta, teniendo esta casa tan grande —dice cínicamente sin dejar de sonreír, ahora pasando un brazo por los hombros de Vivian. —Tú sigues viviendo en la primera planta, nosotros ocuparemos la segunda planta.
—¡Luis, eso no estaba en el trato! —Expreso molesta, esto es demasiado.
—¡Isabella, no me hagas enojar! —Reprocha caminando hacia mí, pero lo enfrento. —¡Si te digo que viviremos juntos, lo haremos!—Yo no estoy de acuerdo con esto, no tengo nada en contra de tu relación, pero aquí no va a vivir. ¡No lo harás y punto! —Le digo firme.
—¡Bella, me estás molestando seriamente! —Reacciona muy cerca de mi rostro, que está rojo de la furia, como si con ello quisiera asustarme. —¡Si vuelves a abrir esa boca, te la voy a partir!
—No creas que te tengo miedo Luis, si me tocas, se va a la m**rd* el trato. —Le digo en tono decidido.
Por un momento se queda mirándome fijo como si no lo pudiera creer, que yo, la tonta Isabella, lo esté enfrentando y llevándole la contraria.
—¿Me estás amenazando a Isabella? —pregunta retomando su actitud amenazante.
—Cariño, no te pongas así. Ella solo está sorprendida por la noticia. Te dije que lo tenías que discutir con ella primero. —Dice la rubia con una voz fingida. La miro fulminándola con la mirada.
—Vivian, no te metas, sube a nuestra habitación, mientras yo acabo de conversar con Isabella.
—Ella no se va a quedar aquí Luis, llamaré a mis padres si lo haces.
Le digo, decididamente a llamar a papá que me que al más mínimo problema lo hizo. No voy a dejar que me convierta en el hazmerreír de todos más de lo que soy. Porque aunque lo disimulamos muy bien, todos saben que él tiene otras mujeres, por lo que hasta ahora han desaparecido las apariencias.
—Vivian, acaba de subir y déjame arreglar esto con mi esposa!
Le ordena de espaldas a mí, con sus manos en la cintura. Vivian me mira otra vez burlonamente, hasta con pena. Le da un beso en los labios a Luis y se aleja rumbo a las escaleras, mientras dice.
— Está bien, cariño. Sin demores. Buenas noches, Isabel. Mejor no le lleves la contraria, o no te va a gustar lo que te sucederá.
No puedo creer que haga tamaña desfachatez, se aleja con su sonrisa burlona en sus ojos. Estoy concentrada en verla marchar rumbo a la escalera que da al segundo piso, sin que pueda hacer nada. Voy a ir en busca de mi bolso para llamar a papá, cuando veo que Luis gira a gran velocidad y me da un fuerte empujón que me hace perder el equilibrio y caer al piso.
—Que sea la primera y última vez que me haces pasar esa vergüenza delante de mi mujer, Isabella —Me dice con enojo mientras se levanta y se aleja unos pasos. —Aquí se dice lo que yo diga.
—¡Suéltame, por favor! —Pido con voz temblorosa, tratando de alejarme de él, pero sin llegar a forcejear.
—¡Tú, deberías mirarte en un espejo! —Sigue diciendo mientras se cruza de brazos y me mira con desprecio. —Ningún hombre se fijaría en una mujer como tú. De la única manera que se fijaría en ti, es por el dinero de tus padres.
—Te vas a arrepentir de esto Luis, te lo aseguro, te arrepentirás la vida entera —Le digo con determinación, aunque mis palabras están cargadas de tristeza.
—¡No me amenaces más Isabella! —Responde bruscamente, pero sin acercarse. —Tienes que hacer todo lo que te diga y cuando lo diga. Viviremos Vivian y yo aquí, y tú solo aparecerás cuando sea una cosa oficial. ¿Me entendiste?
Me quedo en silencio, asintiendo levemente, sintiendo un nudo en la garganta por la impotencia de la situación. Él se da media vuelta y se dirige a las escaleras, dejándome sola y adolorida en el piso. Lágrimas de frustración recorren mis mejillas, pero trato de recomponerme y levantarme. Luego se gira y me grita desde allá.
—¡Bella, tú no eres mujer, eres demasiado fea! ¡Tienes muy mal gusto para vestir! ¡Eres horrible! ¡Tu cuerpo da pena! ¡Para mí, es una vergüenza, tener que pasearme contigo del brazo, y presentarte como mi esposa! ¡Sabes cuál fue el motivo por el que me casé contigo! —Escupe todo ese veneno con rabia.
No puedo creer lo que acaba de pasar. Luis me ha herido con sus palabras hirientes. Aunque trato de mantenerme fuerte, me duele profundamente saber que no me valora como persona. Esta situación me ha abierto los ojos a una realidad que había evitado enfrentar por mucho tiempo. Desde pequeña, siempre sentí la presión de complacer a mis padres y mantener las apariencias de una familia perfecta. Pero ahora me doy cuenta de que no puedo seguir viviendo así, siendo prisionera de este matrimonio de mentira y soportando maltrato emocional y físico.
Jamás nadie lo había hecho en toda mi vida de esa manera, alguna que otra bofetada que me diera mamá cuando se molestaba y no se encontraba papá delante, pero nada que ver con esto que acaba de suceder. Mi corazón está lleno de dolor y decepción. Me siento vulnerable y perdida, pero también sé que no puedo permitir que esto siga sucediendo. No merezco ser tratada de esta forma.
Hasta ahora, habíamos mantenido una relación cordial. Sabía desde que éramos niños que era un abusivo, pues yo mismo sufrí de sus abusos durante nuestras vacaciones. Pero no esperé que me humillara y me golpeara como acababa de hacerlo. Me siento traicionada y utilizada, como si fuera solo un objeto para su beneficio. Pero no permitiré que nadie me quite mi dignidad y mi libertad.
¡Esto es inaudito y no tengo por qué soportarlo! ¡No señor! ¡Nunca más aguantaré golpes de un hombre! ¡Jamás! Ha llegado el momento de tomar el control de mi vida y ser dueña de mi destino. No quiero seguir viviendo en esta farsa de un matrimonio, atada a una persona que no me respeta ni me valora.
Me levanto del suelo, secando mis lágrimas con determinación en mis ojos. Es hora de enfrentar esta realidad y tomar decisiones que me permitan ser feliz y vivir con dignidad. No sé cómo lo haré, pero sé que encontraré la fuerza para cambiar mi vida. Tomaré las riendas de mi destino y buscaré la manera de liberarme de esta opresión.
Quizás pueda hablar con papá y contarle lo que está sucediendo. Tal vez él pueda ayudarme a encontrar una solución. O quizás sea el momento de buscar apoyo en mis abuelos, quienes siempre me han tratado con cariño y comprensión. Sea como sea, no puedo seguir permitiendo que mi vida sea controlada por otros y que mi felicidad dependa de complacer a los demás.
Hoy, en esta noche oscura y dolorosa, he encontrado la fuerza para enfrentar mi realidad y buscar un camino hacia la libertad. No importa cuán difícil sea, estoy dispuesta a luchar por mi felicidad y por el respeto que merezco como ser humano.
Chapter 2. DECISIÓN
Todavía me encuentro anonadada por lo que pasó, mirando como Luis sube victorioso las escaleras mientras gira una o dos veces la cabeza para mirarme sonriendo satisfecho. Como si estuviera seguro de que voy a seguir al pie de la letra lo que me ha dicho. Pero está muy equivocado, yo no voy a aguantar nada más de esta relación. Lo soporté porque no interfería con mis aviones, pero esto se acabó ahora mismo.
La tonta Isabella, murió en este instante, está bueno ya de aguantar y hacer lo que todos a mi alrededor me imponen. Es que nunca debí aceptar casarme con este desalmado. Lo siento papá, de veras, quería en verdad ayudarte, pero no me convertiré en una mujer maltratada y abusada. Suficiente con todos los años de abuso que sufrí de mi madre. Hasta hoy llegué, soy Isabella Sardino, la heredera no solo tuya, también de mi abuelo. Así que si quieres desheredarte, hazlo. En estos momentos no me importa nada.
Me levanto, tomo mi bolso y salgo corriendo, me monto en el coche