Olvidando al Licántropo

Calista nunca pensó que al cumplir sus dieciocho años iba a tener que dejar su casa de forma abrupta para irse a vivir al Pueblo Fur, donde la espera la amiga de su abuela junto a unas extrañas personas que la cuidarían de cualquier mal.¿Qué peligro corría en el lugar donde ha vivido todos sus años de vida? Esa era la pregunta que se hacía, pero lo que jamás pensó fue que estaba arrancando de una malvada persona; la Bruja Circe. Quién la condenó a olvidarse del futuro amor de su vida; lo que haría a alguien morir por un corazón roto.

Aunque Calista está condenada a sufrir, también está condenada a enamorarse. Algo que sin duda, no será demasiado difícil al estar rodeada de chicos guapos, grandes y tonificados.Sin embargo, todos esos hombres son muy raros para Cal, tanto por sus personalidades, como por la extraña cercanía que tienen con unos hermosos pero peligrosos animales; los lobos.

¿Quién va a vivir con tanta tranquilidad en un lugar donde están esos animales feroces? Eso es lo que Calista no entiende. Menos cuando un grande y bello lobo negro comienza a aparecer repetidas veces en su camino, a veces para cuidarla del mal y otras veces sólo para acompañarla, como si disfrutara de su compañía.¿Qué tiene ese animal que hace que ella se sienta tan cómoda, segura y a gusto con él? ¿Por qué cuando mira sus ojos le recuerda a los de un chico del pueblo?

—Happy birthday to you, happy birthday to you, happy birthday dear Calista, happy birthday to you.Sonrío incómoda al tener a mis padres cantándome frente a mí con un rico pastel de chocolate, mi favorito. Nunca he sabido qué expresión poner cuando me cantan. Siento mucha vergüenza—Tienes que pedir tres deseos —papá me recuerda. Cierro los ojos.Que mis padres sigan sanosQue pueda ser un poco más sociable para conseguir amigos Que pase algo emocionante en mi vida Soplo las velas y mis padres aplauden. —A comer —mi madre Giorgia toma un cuchillo para partir el pastel.—Amo que me conozcan tanto —doy pequeños aplausos de emoción cuando veo el relleno de la torta; nutella, mermelada de frambuesas y ganache de chocolate negro.Soy demasiado fan de los pasteles muy chocolatosos—¿Por qué no vino la abue? —pregunto cuando recibo mi plato. Mis padres