EL IDIOTA DEL QUE ME ENAMORÉ
- Genre: Romance
- Author: Tamara_ 23
- Chapters: 34
- Status: Ongoing
- Age Rating: 18+
- 👁 27
- ⭐ 7.5
- 💬 22
Annotation
De pequeñas nos imaginamos cómo será el amor de nuestra vida, pensamos en príncipes azules, o un hombre que llegará a nuestra puerta, tomándonos la mano y llevándonos a un mundo lleno de puro color y alegría. Eso es lo que nos cuentan, es así que imaginamos cómo pasará. Sin embargo, nadie te dice la verdad. Porqué los principes azules no existen, ningún chico tocará tu puerta y te llevará por un camino lleno de rosas, porqué los hombres buenos no existen y los principes vienen vestido de negro, con una mirada desafiante y actitud arrogante. Fué así cómo sucedio, es así cómo descubrí que estaba enamorada de un completo idiota, alguien que me era indiferente hasta ese momento… El momento en que me beso.
ACLARACIONES & PRÓLOGO
BIENVENIDOS A UNA NUEVA AVENTURA CONMIGO.
EN ESTÁ OPORTUNIDAD NO LES TRAIGO UNA HISTORIA DE MAFIA, NI DE ENEMIES TO LOVERS, O EL TÍPICO ESTILO QUE HE VENIDO ESCRIBIENDO.
EL CONTENIDO DE ESTA HISTORIA ES JUVENIL, AQUÍ ENCONTRARÁS CÓMO DOS MEJORES AMIGOS DE LA INFANCIA, TERMINAN DÁNDOSE CUENTA QUE HAN PASADO LA LÍNEA DE LA AMISTAD A ALGO MUCHO MÁS FUERTE.
AUNQUE ES JUVENIL, TENDRÁ CONTENIDO S*9XUAL EXPLÍCITO.
ALGUNAS PRÁCTICAS BDSM
DOMINANTE/SUMISA
LA HISTORIA ES TOTALMENTE +18 QUE PUEDE SUBIR DE TONO A UN +21
QUIERO ACLARAR QUE NO SOY EXPERTA EN ALGUNOS TEMAS, SIMPLEMENTE LO MENCIONO PARA QUE TODO AQUEL LECTOR/A QUE NO LES GUSTE ESTE TIPO DE CONTENIDO, TENGAN LA OPORTUNIDAD DE DEJAR ATRÁS LA HISTORIA SI ASÍ LO DESEAN.
SIN EMBARGO, SI TE SIENTES ATRAÍDO/A POR SABER UN POCO MÁS SOBRE LO QUE SUCEDERÁ CON ESTÁ PAREJA, ENTONCES TE INVITO A QUEDARTE Y A VIVIR CONMIGO UNA EXPERIENCIA TOTALMENTE DIFERENTE.
SIN MÁS NADA QUE DECIR.
DISFRUTEN DE ESTÁ EXPERIENCIA Y VIVE JUNTO A MI UNA RELACIÓN DE AMOR, SUMISIÓN, DOMINANCIA Y UN ROMANCE QUE IRÁ CRECIENDO.
NOTA IMPORTANTE: (HAGO ESTÁS ACLARACIONES, PORQUÉ LUEGO QUE COMIENZAN A LEER, ME DICEN QUE NO LO VIERON VENIR. ASÍ QUE PREFIERO SER COMPLETAMENTE ESPECÍFICA CON ESTE TEMA, SOBRE TODO EL DOM/SUM.)
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Este era el momento que había estado esperando toda mi vida. Mi primera cita con el chico que me tiene viendo estrellas y suspirando por los rincones. Nos conocimos hace dos años, al principio no estaba segura de intentar una relación, mi timidez, mi inseguridad e incluso mis miedos, me hacían rechazarlo una y otra vez, hasta que finalmente acepté.
Decir que ha sido paciente todo esté tiempo, sería demasiado. Un hombre que ha sido capaz de esperarme por tanto tiempo, entenderme y hacer que mi primera vez se convierta en algo tan especial, merece todo mi cariño, se merece mi afecto incluso mi amor por completo. Me miro en el espejo una última vez, admirando el hermoso vestido de color azul floreado, zapatillas a juego y el cabello largo me cae por los hombros hasta la cintura. Mi maquillaje es sencillo y voy hasta el punto de encuentro.
No puedo dejar de sonreír, las manos me sudan y el corazón me martillea. Veo a la multitud caminando de un lado al otro y siento la brisa golpeando mi cabello. Miro la hora en mi teléfono una y otra vez, y ahora pienso que he llegado demasiado temprano, pero no, son las tres de la tarde. Es la hora acordada, me dijo que lo esperará aquí.
Camino al otro lado de la calle y me distraigo con algunas vitrinas que hay cerca de un centro comercial, siento que el tiempo pasa muy lento. Pero, lo cierto es que ha pasado una hora. Marco su número para saber si algo le ha sucedido, pero el tono de llamada suena una sola vez y cae al buzón.
— ¿Habrá pasado algo malo? — los nervios me ponen alerta y vuelvo a marcar, pero ahora la llamada se desvía.
Mi ceño se frunce y vuelvo a marcar, pero sigue cayendo al buzón y empiezo a impacientarme. Debo saber de él, que todo va bien y que pronto estaremos juntos cómo lo prometió, pero las horas pasan y la noche cae, mis nervios se van y un sentimiento peor llamado soledad viene a mí. El tiempo ha cambiado y las nubes me indican que caerá un aguacero, pero no me muevo, sigo aquí, él tiene que llegar. No me puede dejar plantada.
La sonrisa que tenía está mañana se desvaneció, los nervios se convirtieron en desespero y sigo marcando a su teléfono que no contesta. Camino alrededor del centro comercial, probablemente mi novio me espera en otro lado y la equivocada soy yo, seguramente se ha quedado sin batería y no puede comunicarse.
No dejo de llamarlo, insisto e insisto. Mis ojos escanean a todas las personas en busca de un rostro familiar, me niego a creer que me dejará plantada, algo malo tuvo que haberle pasado, el nunca me dejaría sola, en medio de la noche y a punto de caer una lluvia torrencial.
De un momento a otro llegó al estacionamiento y el sentimiento que me abruma, oprime mi pecho, contengo las lágrimas haciendo los últimos intentos por llamarlo y que aparezca. Quizás soy muy tonta al estar todas horas estás aquí, esperándolo, pero sigo insistiendo y creo que recupero las esperanzas cuando el todo al otro lado comienza a sonar y la sonrisa regresa cuando escucho que me responde.
— No vuelvas a llamar — dice tajante — Esto se terminó.
— ¿S-se terminó? — seguro está bromeando y por algún motivo sigo caminando.
— ¡Te dije que me dejes en paz! — cuelga y el dolor que se forma en mi pecho se va expandiendo.
Me quedo totalmente paralizada y quiero volver a llamarlo, pero no creo que sea capaz de mover los dedos. Estoy en medio del estacionamiento, parece que las personas han desaparecido y entonces, es cuando lo veo. Allí está y un pequeño rayo de luz se cuela por mi sistema al creer que todo ha sido una mala jugada, que ha querido engañarme y voy en su dirección cuando...
— Nena, ven aquí — escucho que habla con alguien que claramente no soy yo.
Es una mujer, una a la que reconozco perfectamente. Parpadeo varias veces y me pellizco para despertar de está horrible pesadilla. Todo es una broma, un escenario donde saldrán las cámaras y me reiré de todo el show que mi novio ha montado para fastidiarme. Pero, esto no es un reality show, y esa mujer que lo acompaña, la que rodea sus brazos alrededor de su cuello. Es... mi mejor amiga.
— ¡Me estás haciendo cosquillas! — se ríe a carcajadas y a mí me está doliendo el corazón.
Ahora entiendo cuando las personas hablan sobre eso, lo que se siente en realidad que se te rompe el corazón, porqué es lo mismo que estoy sintiendo ahora. Es un ahogo, un nudo en la garganta, es un cosquilleo extraño en el estómago que no te deja pensar, no puedes mover las piernas y el cuerpo te tiembla cómo una hoja de papel.
— Fabio... — mi voz sale estrangulada, pero él logra escucharme.
Sus ojos me miran con burla, mientras la sostiene entre sus brazos a espaldas de mí. ¿Cuánto tiempo llevan burlándose de mí? Tengo la ligera impresión que va a soltarla, vendrá a mí y me pedirá disculpas, ahora que no puede hacer nada y lo he pillado. Pero, es otra invención de mi cabeza. Porqué la sonrisa burlona que me dedica y el guiño, solo me hunden un poco más en mi miseria.
Ahora entiendo que nunca me amó, que lo que yo sentía era algo solamente mío, que esa espera, la paciencia que yo creí me tenía, era porqué alguien más le estaba dando lo único que buscaba de mi. Se burló de mis sentimientos, todo fue falso y ahora, mientras me hundo por dentro, veo cómo la besa sintiéndome un poco más estúpida que antes. Se van tomados de la mano y a ella no parece importarle nada, se ve absolutamente feliz, mientras yo me hundo en el dolor que me causa la traición.
¿Qué voy a hacer ahora? ¿A dónde debo ir? Ni siquiera puedo moverme, las piernas me tiemblan y creo que si doy algunos pasos terminaré en el suelo. El cielo relampaguea, alzó la mirada y veo los destellos de luz que anuncian la lluvia. Una gota helada cae sobre mi rostro y miro a todos lados con desespero.
Busco a tientas mi teléfono, debo llamar un taxi para que me venga a buscar, ya no quiero estar más aquí, necesito estar en mi habitación. Las lágrimas no me dejan ver bien la pantalla, y con manos temblorosas termino marcando un número equivocado y no lo supe hasta que un par de repiques más y alguien atiende al otro lado. De pronto, me siento más avergonzada que antes.
— ¿Ya terminaste de aburrir a tu novio? — me limpio las lágrimas y miro la pantalla.
— ¿Q-quién? — no puedo creer que lo haya llamado. La vergüenza y humillación no puede ser más grande.
— Aisha, ¿Estás borracha? — j*d*r, si lo he hecho, es él, mi fastidioso y mejor amigo.
— N-no... es que yo no... — no tengo fuerzas para contarle lo que sucedió y necesito salir de aquí — ¿Podrías venir por mí?
Hay un silencio al otro lado del teléfono. Y no quiero imaginar su rostro, lo conozco muy bien, si de algo es capaz Káiser, es de golpear al idiota de mi novio, bueno, ahora ex-novio y dejarlo inconsciente.
— ¿Qué te hizo ese m*ld*t* hijo de perra? — aquí vamos, con los regaños.
— Puedes o no venir por mí, si no me iré a casa sola.
— No digas estupideces, quédate donde estás y envíame la ubicación — cuelga y hago lo que dice.
Miles de cosas pasan por mi cabeza, sigo sin entender absolutamente nada y ya no puedo contener las lágrimas. Siento un vacío tan grande en mi pecho que arde, que duele y lastima. Káiser, dijo que estaría aquí en veinte minutos, pero debe estar furioso, conozco cuando está molesto, se pone iracundo y no escucha a nadie, y quince minutos después escuchó el rugir de su motocicleta.
La lluvia ha comenzado a caer un poco más duro y no sé si es el frío de la noche que me hace temblar, o es que no quiero que él vea las lágrimas que van cayendo por mí rostro. Viene vestido completamente de negro, se baja de su moto, deja el casco encima del manubrio y destila agua, pero también destila rabia y aprieta los puños cómo si estuviera esperando verlo para darle un puñetazo. Me quedé paralizada hasta que se queda parado frente a mí y me mira a los ojos.
Su rostro se suaviza un poco y se quita la chaqueta, para envolverme los brazos con ella. Son pocas sus muestras de cariño, pero que me abrace de esa manera, repara cada parte que han destrozado poco a poco.
— ¿Qué te hizo? — Aprieta los dientes.
— Sácame de aquí — ignoro su pregunta.
No tengo que esperar a que lo repita, me toma de la mano, me lleva a su motocicleta ayudándome a subir. Mis manos tiemblan y sigo llorando, solo que la lluvia oculta muy bien mi dolor, por ahora.
— Voy a matarlo — es una promesa — Le arrancaré la cabeza cuando lo tenga al frente.
— Quiero irme de aquí — vuelvo a repetirlo — Solo quiero largarme de aquí.
Si me quedo un segundo más en el lugar donde fuí vilmente humillada, me echaré a llorar cómo una niña pequeña. Se sube a la moto luego de ayudarme con el casco, se coloca el suyo y hace sonar el rugido de su moto. Le rodeo la cintura, pero toma mis manos para que me sujete bien y mi pecho queda pegado a su espalda. Cuando acelera debo sostenerme con fuerza, no quiero terminar en el asfalto.
No soy promotora de la violencia, pero no me importaría que Káiser, le diera un buen golpe en la cara, ahora mismo incluso me gustaría que me viera con otro, para que sepa lo que se siente. Pero, sé que nada de eso calmará la nostalgia que siento. ¿Tanto le costaba decir la verdad? ¿Desde hace cuánto tiempo se han estado burlando de mí? Mis dedos se aprietan en la tela de su camisa.
— Aisha — escucho que me llama y elevo el rostro — Hemos llegado — avisa y miro a mi alrededor. Sí, hemos llegado a su casa, no quiero molestar, así que me ayuda a bajar y le entrego el caso.
— Gracias por ir a buscarme — no dice nada — Pero, lo mejor es que vaya a mi casa — me voy alejando sin esperar a que diga nada, pero no me deja.
Me sujeta del brazo deteniendo mis pasos y me abraza una vez más. Creo que le está costando mucho trabajo actuar cómo una persona normal, estando conmigo.
— Te quedarás conmigo — ordena — No pienso dejarte sola está noche — y con eso, me desplomo en sus brazos.
Tengo muchas cosas que contarle, pero justamente ahora no quiero ni siquiera pensar en lo sucedido. Me sujeta fuerte y poco a poco entramos a su casa. En total oscuridad, caminamos hasta su cuarto, donde me deja a solas para que me cambie la ropa y eso hago. Deja ropa encima de la cama y sale de la habitación con un cambio para él.
— ¿Quieres ducharte? — niego con la cabeza — Bueno, cambiate o vas a enfermarte — asiento y me mira a los ojos.
Lo conozco, no es el típico hombre que va a ponerse a los pies de una mujer para consolarla, pero el gesto de irme a buscar, traerme aquí a su casa para que me desahogue y que me ofrezca su ropa, habla mucho más de él, que todo eso que las personas creen de mi mejor amigo.
Si pudiera conseguir alguien así en mi vida, todo sería diferente. Pero, es solo un amigo, nada más.
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❤ Holiwis Holiwis ❤
¡COMENZAMOS CON UNA NUEVA AVENTURA!
UN PRIMER ENCUENTRO I
AISHA ROBINSON
UNIVERSIDAD
EN ALGÚN LUGAR DE ALEMANÍA
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Me siento incómoda cuando se pone en el plan de rogona. No soy ninguna aburrida, simplemente no me gustan los sitios ruidosos, no me interesa ver a un montón de adolescentes toqueteandose, comiéndose a besos en cada esquina a donde voltee.
No, eso no es parte de mi plan.
— Sabes muy bien que no es lo mío — sigo caminando — No me gustan las fiestas y no voy a ir, así que no insistas — pocas veces he asistido a reuniones familiares, pero de allí a meterme en un lugar donde no conozco a nadie, una fiesta de fraternidad, eso jamás.
— ¡No lo puedo creer! — protesta — ¡Todo el tiempo es lo mismo contigo! — me toma del brazo y me hace mirarla a pesar de que voy apurada a mi otra clase — Tienes que ir, es hora de que consigas a un hombre — ruedo los ojos. Siempre piensa lo mismo, que necesito ir por allí coqueteando.
Aunque para mi queridísima amiga parezca aburrido, pref