Quill Quasar

Engañar, ¿quién no lo haría? Si el desgraciado se atreve a ponerte los cuernos, ella tiene el poder de sembrarle una pradera entera. Atrapó a su prometido en el acto, y luego se llevó a un apuesto camarero del hotel directamente a la oficina de registro civil. Ella pensó que estaba atrapando a un corderito inocente, sintiéndose culpable y preparada para asumir responsabilidades... ¡Pero resulta que era un lobo feroz disfrazado, que la dejó seca y despojada después de devorarla por completo! Príncipe Lu: Mi amor, tu esposo es un magnate, gasta el dinero como quieras. ¿Qué? ¡Esto es un insulto a mi inteligencia y mi dignidad! Ella, furiosa: ¡Bah, lo que quiero es un corderito tierno y obediente, no un rico arrogante! ¡Divorcio! Príncipe Lu: ¡Maldita mujer, te atreves!