
Un hijo para mi jefe
- Genre: Billionaire/CEO
- Author: Lorena Rodriguez
- Chapters: 16
- Status: Ongoing
- Age Rating: 16+
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Annotation
¿Qué harías si tu jefe te presenta como su novia ante su madre? De paso anuncia que estás embarazada y darás a luz a su heredero, cuando tú y él ni siquiera cruzan palabra que no sea por asuntos de trabajo. Jandé Marroquín fue acusada injustamente por su esposo de ser infiel al encontrarla con un hombre en la cama. Él le quiso hacer daño en represalia por no haber sido nombrada heredera de los bienes de su adinerada familia. Sin embargo, no cuenta con que el hombre que contrató esa noche es un millonario que por juego con sus amigos se vistió de mendigo. Ese hombre es Imanol Volkover, jefe de Jandé, esa noche reconoció a su asistente en una fotografía y de inmediato aceptó el trato que le propusieron de acostarse en la cama de ella y hacerle lo que quisiera. Al día siguiente el jefe nombra como la mejor empleada del año a Jandé, sintiendo desde ya la necesidad de protegerla de aquel malvado hombre que le quiere arruinar la vida, su intención es ascenderla en el futuro a vicepresidenta. Pero no cuenta con el hecho de que a su madre la han declarado con enfermedad terminal y le suplique que quiere un nieto antes de morir. En medio de su desesperación por no tener una novia, Imanol toma una decisión sin importar las consecuencias que en el futuro sucedan. Jandé tiene un pésimo día, su esposo le está pidiendo el divorcio y le quitará su casa, aparte de solicitar una fuerte cantidad de dinero como indemnización por haber sido infiel. Justo en ese momento se topa con la sorpresa de que su jefe le propone servir como vientre de alquiler para complacer a su madre moribunda. Ella no se puede resistir y por su necesidad se ve obligada a aceptar el contrato, total solo será hacerse pasar como la novia y cargar por nueve meses al hijo de su jefe, sin haber tenido contacto físico entre ambos. Sin embargo, no contaban con el hecho de que, como segundo deseo de su madre, ellos deberán de contraer matrimonio. Pero, ¿tan fácil, le será divorciarse y entregar su hijo al hombre del que se ha enamorado?
Chapter 1
―¡Jandé! ¡Qué haces en la cama con este hombre! ―Exclamó el tipo que acaba de entrar a la habitación luego de pasar toda la noche en el bar, desbaratando el dinero que no le pertenece―. ¿Desde cuándo tienes un amante a mis espaldas? Ja, tú, una jodida y descarada zorra que intenta reemplazar mi amor aun estando casados. ―Le acusó con odio su esposo Darío.
Un hombre duerme al lado de la hermosa Jandé, ella no sabe en qué momento ese hombre desconocido entró en su habitación y se acomodó en la cama mientras ella dormía plácidamente.
Además, ni siquiera lo ha reconocido porque el hombre está de espaldas a ella, y ni siquiera con la voz de Darío se ha despertado para dar la cara y enfrentarse a la realidad.
El esposo la sacó a rastras de la habitación, siempre acusándola de traidora. La llevó al jardín y allí le propinó una golpiza y le amenazó con divorciarse cuanto antes para acabar con ese matrimonio de fachada.
―Tengo pruebas de tu infidelidad, solo mira esta foto en mi teléfono, no tienes escapatoria mujer desvergonzada. ―Le acusa.
―No es posible, Darío, créeme que yo no te he engañado con ese hombre, es más, no lo conozco y aunque lo conociera nunca te traicionaría porque yo te amo a ti. ―Le repite Jandé con profundo dolor en su corazón y lágrimas en sus ojos verdes como las montañas.
En el pasado Jandé solía ser la hija de padres adinerados, sin embargo, cuando ella les presentó a su novio Darío, estos no lo aceptaron y la echaron de la familia al saber que días más tarde se había casado en contra de su voluntad.
Hace un año sus padres murieron aun sin perdonarle su desobediencia, su amado esposo fue el único que se quedó a su lado para darle consuelo y apoyo moral, ahora le duele que él le pida el divorcio y pretenda adueñarse de la casa que a ella le ha costado sudor y lágrimas para poder adquirirla.
Al principio de su relación todo fue hermoso como el color de las rosas, él nunca dio indicios de ser infiel, siempre se mantuvo al pendiente de ella, sin embargo, la vida de su esposo era otra, él hace mucho tiempo dejó de trabajar con la excusa de que en ninguna empresa lo quieren contratar y por ende decidió tomar las riendas del hogar y ser él, quien cocina y se encargue del aseo.
Pero después de seis meses de matrimonio, él se volvió un hombre egocéntrico y la humillaba de vez en cuando, hasta el grado de controlar sus salidas, de esa casa solo él tenía el derecho a divertirse con sus amigos mientras ella trabaja fuertemente.
Ahora él la quiere dejar en la calle, aun sabiendo que apenas tiene para sobrevivir con el sueldo que gana en las empresas Volkover, donde se desempeña como la asistente del dueño de dicha empresa.
―Lo siento mucho, mi querida Jandé, sé que hemos sido un matrimonio muy bonito y es por eso que ahora nos divorciaremos, no acepto el hecho de que me hayas engañado sin piedad.
Debes de comenzar hoy mismo con los trámites del divorcio, recuerda que la mitad de esta casa me pertenece por ser tu esposo y habernos casado con la cláusula de compartir bienes.
En el pasado te pedí que fueras mi esposa porque provenías de una familia rica, ahora ya no me sirves porque ni siquiera tus padres te heredaron su fortuna, no malgastaré mi tiempo con una muerta de hambre.
Esa confesión ha sido un duro golpe para Jandé, cuando se casaron él juró amarla y ser el amor de su vida para siempre, ahora no puede creer que solo haya estado interesado en su dinero.
―Ah, ―Continuó el esposo― Además, debes de pagarme quinientos mil dólares por daños y perjuicios a mi reputación, de lo contrario tendré que hacer algo con esta fotografía y sé que no te gustará ser la comidilla del barrio y de tu trabajo. ―La chantajea con el fin de seguir obteniendo más de su dinero.
Jandé volvió a la habitación para discutir con aquel hombre misterioso, a él lo considera el culpable de su fallido matrimonio con el hombre que ha amado desde siempre, aunque este ya ha sido claro que no la ama.
Para su sorpresa la habitación está vacía, el hombre ya se ha marchado y a ella no le queda más que lamentar su miserable situación y desea lanzarse al abismo para no tener que enfrentar un juicio de separación matrimonial y entregar su casa al hombre que jamás ha dado un centavo para su adquisición.
Pronto se preparó para ir a trabajar a su oficina, no espera pasar más tiempo viéndole la cara de amargura y escuchando los murmullos groseros a su esposo.
―Jandé, llegas un poco tarde. El jefe ha llamado y ha dicho que no vendrá hasta unas horas después, creo que están preparando una sorpresa para la mejor empleada del año. ―Murmuró, la recepcionista de la primera planta.
―Está bien, gracias por avisarme, aunque, no entiendo por qué no me lo informó directamente a mí el jefe, yo soy su asistente. ―Dijo, Jandé.
―No lo sé, quizá se le haya pasado por alto tu contacto, espero ser yo la afortunada de ser galardonada, por algo es que él se comunicó conmigo, es decir, me tiene en su mente. ―Comentó la chica, mostrando su brillante dentadura.
Jandé corrió a su escritorio, está asustada por los acontecimientos de esta mañana. Sin embargo, se ha metido en su mente que estas son horas de trabajo y lo de su casa debe de quedar afuera de la empresa y enfocarse en sus asuntos.
Pero eso no ha sido posible, pues, su esposo no la deja tranquila pidiéndole que se comunique con cualquier abogado para que comience a llevar el caso del divorcio, ella se siente hostigada y prefirió apagar su celular.
A las tres de la tarde todos los empleados fueron llamados a la sala de juntas. Allí se ha preparado el evento de premiación que se realiza cada año. Con la diferencia de que hoy se ha adelantado la fecha, pero nadie sabe el motivo.
―Este año he tomado a bien premiar a la mejor empleada de la empresa, esa chica que es muy ruda y a la vez apasionada en lo que hace. Ella es Jandé Marroquín. ―Anunció Imanol Volkover, el presidente de la empresa.
Con humildad y agradecimiento, Jandé recibió su reconocimiento y al finalizar el evento todos volvieron a sus puestos de trabajo.
―Jefe, le agradezco que haya sido tan bondadoso conmigo al elegirme.
―No te equivoques, no se trata de bondad. Ese premio te lo has ganado por tu arduo esfuerzo y dedicación para sacar adelante esta empresa, sabes que sois mi mano derecha y esta es la mejor forma de agradecértelo.
Tienes libre el resto del día, te lo mereces y no te niegues a aceptarlo. Es más, para que veas que soy un buen jefe, te llevaré a donde tú quieras ir. ―Propuso Imanol de forma muy amable y sonriente.
―A mi casa, quiero ir a mi casa, pero no quiero que usted me lleve, eso sería un demás.
―A tu casa te llevaré y no se diga más.
Jandé rodó sus ojos, nunca ha visto comportarse de esa forma tan amable a su jefe. Él siempre ha sido frío y arrogante, es como si algo lo atormentase cada día y se lo desquite con ella por ser su asistente.
―Si gustas podemos ir a cenar, aún tenemos tiempo. ―Propuso Imanol ya cuando iban de camino.
―No es necesario, en la empresa hemos comido algo y es suficiente para mí. ―Respondió la joven.― Esta es mi casa, por favor vuelva pronto a la empresa.
Disculpe por no hacerlo pasar, pero, no estoy en un buen momento.
¡Nos vemos mañana, jefe!
Jandé bajó con prisa del auto, ni siquiera le dirigió la mirada a su jefe que la observa correr como loca. Quiso preguntarle si le pasa algo, pero luego se marchó asumiendo que le ha dado vergüenza que él la haya venido a dejar.
―¿Quién es ese idiota que te ha traído a casa y por qué vienes tan temprano? Vienes de acostarte con otro amante y me has hecho creer que estás en la empresa, ¿verdad? ―Le reclama su esposo Darío. Desde el auto ella se percató que él estaba observando por una ventana y supo que si no bajaba rápido se armaría la guerra.
―Darío, mi jefe, es quien me ha traído, mira, me han elegido como la mejor empleada del año y…
Jandé no terminó su frase, pues se ha percatado de que en sus manos no trae el reconocimiento que le han entregado, ni siquiera su cartera trae consigo.
―Ves, te he atrapado en tus mentiras, ni para eso eres buena, tanto que fingí amor y ha sido en vano estar casado con una buena para nada.
―No, Darío, por favor no me lastimes. ―Suplica ahora que su esposo la tiene tomada del cuello y la ha pegado a la pared.
―¡Suéltala! ¡Que la sueltes, imbécil! ―Se oye la voz ronca de un hombre.
Chapter 2
―¡Que haces aquí! ―Exclamó con rabia Darío al ver al hombre que ha llegado y en sus manos trae las cosas de Jandé. ―Lárgate de mi casa, mendigo callejero. ―Exigió al reconocer que es el mismo hombre al que le pagó una noche para estar con Jandé y acusarla de infidelidad, no le ha importado verle ahora vestido con traje muy fino, total, en la basura lo puede encontrar y aparentar ser la persona que no es.
Jandé se quedó con la boca abierta por la forma en que su esposo se dirige hacia su jefe Imanol. Ella está temblando de miedo y no se atreve a decir una palabra para evitar la batalla de miradas entre ambos hombres.
―Si tú le vuelves a poner un dedo encima a esta chica, te vas a arrepentir por el resto de tu vida. ―Le amenazó Imanol.
Seguidamente, lo tomó del cuello y lo echó fuera de la casa, no sin antes decirle que tienen un tema pendiente que hablar del que no le puede mencionar una palabra a Jandé.
Imanol cerró de golpe la puerta, ha descubierto el secre